Por Victoriano Martínez
Por más que en la voz de arranque de los trabajos para su protección se haya acuñado la consigna la Sierra de San Miguelito no se toca, a la aprobación de los programas de desarrollo urbano que abren la posibilidad de urbanizar una parte ahora se suma el fallo para la asignación de la construcción de los primeros dos kilómetros de la Vía Alterna a la Zona Industrial.
La obra ya está asignada a Triturados y Asfaltos de Atlacomulco S.A. de C.V., asociada con Placosa S.A. de C.V. y GUCOC, a las que se pagarán 71 millones 364 mil 297 pesos por los trabajos que comenzarán a realizar en los próximos días.
Un falló que dejó a los constructores locales en una posición ambivalente: por un lado complacidos porque iniciará la obra a pesar de la oposición de ecologistas porque atraviesa la Sierra y, por el otro, inconformes porque aunque el 80 por ciento de las más de 50 empresas que participaron en la licitación eran potosinas, se favoreció a una constructora foránea.
Les quedó en la balanza la posibilidad de impugnar el fallo por la posibilidad de que entre las más de 40 empresas locales que participaron habría varias que ofrecieron condiciones para merecer la asignación de la obra, con el consecuente retraso en su inicio, o conformarse con el inicio para no correr el riesgo de que un aplazamiento más de tiempo para una cancelación por razones ecológicas.
Todo indica que optarán por no quejarse. Total, todavía hay más de ocho kilómetros de obras adicionales en las que tendrán oportunidad de ser considerados, además de que se trata de la punta de lanza que abre la posibilidad de que desarrollos inmobiliarios, al menos en 70 hectáreas según los programas de desarrollo que aprobó el Cabildo, les den trabajo.
Un fallo que, de entrada, para la fauna inquilina de las más de 49 hectáreas de la Sierra de San Miguelito que se verán afectadas (se tocarán) de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada a la SEMARNAT para la realización de la obra representa una especie de orden de desahucio.
En los próximos días tendrán que iniciar esa medida de mitigación que la MIA describe así:
“Previamente al desarrollo de las actividades de desmonte y despalme del área, se realizará una revisión minuciosa en el área a intervenir, para detectar la posible existencia de madrigueras o nidos de fauna silvestre y provocar el ahuyentamiento de ésta o realizar su rescate y traslado hacia las áreas aledañas, en caso de ser necesario”.
A los humanos se les desaloja, a los animales se les ahuyenta.
Una MIA que enlista 33 impactos ambientales con los que se tocará la Sierra: 11 en la etapa preparatoria, 18 durante la etapa de construcción y 4 durante el periodo de operación de la vía alterna.
Impactos ambientales que serán atendidos con 48 medidas de mitigación: 33 de carácter preventivo, 11 de compensación, 2 de reducción y sólo una de remediación.
Una MIA que enlista 33 impactos ambientales con los que se tocará la Sierra, entre los que vale la pena mencionar los siguientes:
- Afectación de una especie protegida de flora silvestre; Ferocactus histrix de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010.
- Posible afectación de una especie protegida de fauna silvestre; Crotalus lepidus de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010, que pudiera desplazarse en el área de desarrollo del proyecto durante las actividades de desmonte y despalme.
- Disminución de la superficie forestal en la zona, por las actividades de desmonte y despalme en una superficie de 49-25-88.04 ha que contempla la construcción de infraestructura carretera.
- Alteración del paisaje del área por las actividades de desmonte y despalme.
- Afectación del patrón de drenaje superficial del área por la remoción de vegetación y suelo.
- Afectación de la capacidad de infiltración del suelo y recarga del manto acuífero, debido a la remoción de vegetación y suelo.
- Alteración de la fauna silvestre por la generación de ruidos de alta intensidad y vibraciones que se generarán por la voladura del material al realizar los cortes.
- Modificación de la topografía del terreno al realizar los cortes sobre el trazo de construcción del proyecto.
- Modificación del patrón de drenaje superficial durante la época de lluvias por la construcción de terracerías y pavimentos.
- Alteración de la calidad del aire por la emisión de gases contaminantes y ruidos generados por los vehículos que transiten por la infraestructura carretera.
Una muestra de los impactos ambientales que, en nombre del desarrollo, representan la continuación de la invasión urbana sobre los espacios naturales, sin importar si se afectan o no los servicios ecológicos prestados por esas áreas.
Sobre todo, impactos ambientales que demuestran que la Sierra de San Miguelito sí se toca… y la depredación ecológica bien puede no tener límites.