Por Victoriano Martínez
El incendio que se registró el pasado fin de semana en el Ejido El Terrero, en la Sierra de San Miguelito, encendió alarmas en las oficinas centrales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) por una circunstancia: posterior a que ya había sido controlado aparentemente en su totalidad brotes de fuego “por todos lados”.
A la preocupación provocada entre las áreas que dan seguimiento a la declaratoria de Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito se sumó la sospecha de que el incendio fue provocado por la forma en que se reactivó el fuego el domingo.
“Se nos hace muy extraño que ayer se haya reactivado, cuando nosotros lo habíamos sofocado al 100 por ciento, por ello ya hicimos un llamado a los pobladores para que eviten ese tipo de acciones ilícitas”, señaló Mauricio Ordaz Flores, director de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
La información que se reportó a la Ciudad de México señala que los múltiples puntos de refuego que se detectaron no tenían características de presentarse por cuestiones naturales e incluso en algunos se detectaron sustancias flamables.
El Ejido El Terrero aporta 166.4 hectáreas al Área Natural Protegida y una de las características de ese territorio es lo atractivo que resulta para el proceso de industrialización en esa zona, tanto por encontrarse muy cerca de la Vía Alterna y formar parte de los procesos de urbanización iniciados antes de la declaratoria que ésta frustró.
La inercia de esos procesos de industrialización y urbanización explica por qué el comisariado Ejidal, encabezado por Alejandro Ligas Cuesta, Ruperto Cuestas Gutiérrez y Miguel Ángel Sánchez Moreno, como presidente, secretario y tesorero respectivamente, presentaron el 21 de enero del año pasado un amparo en contra del decreto que declara Área Natural Protegida parte de su territorio.
Se trata del amparo 89/2022, que se tramita en el Juzgado Primero de Distrito, para el que se tiene programada la audiencia constitucional para el próximo 28 de marzo a las 10:28 horas.
Entre la información que provocó alerta, tanto aquí como en la Ciudad de México, se encuentran fotografías sobre la forma en que se encontraban las siete hectáreas afectadas por el incendio una vez controlado y las condiciones en las que se detectaron los puntos de refuego.
Si hay indicios para sospechar que se trató de un incendio provocado, las circunstancias que rodean al territorio afectado muestran una amplia gama de intereses sobre esas tierras que dificultan la identificación de algún grupo sospechoso.
De ahí la necesidad de que el caso se remita tanto a la Fiscalía General del Estado como a la Fiscalía General de la República para que se realicen las investigaciones pertinentes.
Históricamente, en la Sierra de San Miguelito son recurrentes los incendios en la temporada que va de marzo a mayo, con el mes de abril como el más crítico.
El pasado dos de marzo se presentó un primer conato de incendio y el pasado fin de semana se registró el del Ejido El Terrero en una zona de pastizales con la sospecha fundada de que fue provocado, lo que abre la duda sobre lo ocurrido en abril de 2019, cuando se registró un incendio atípico que afectó 11 mil 920 hectáreas directamente.
Si previo a que se iniciara el proceso para declararla Área Natural Protegida un incendio atrajo la atención de la población hacia lo que ocurría Sierra de San Miguelito, hoy que ya es una ANP, la primera de tal magnitud decretada en este sexenio, hay más razones para que ya no sólo la sociedad, sino autoridades tomen medidas para evitar daños, sean naturales o provocados.