Por: Antonio González Vázquez.
¿De qué sonreirán?¿Hay algo de qué sonreír en Huehuetlán, uno de los municipios más pobres de la entidad? Algo están presenciando que les causa risa, quizá algún indígena haciendo una gracia folclórica para ellos, los poderosos, los del gobierno. Se ríen con cierta comodidad, como quien está en la primera fila del espectáculo, aparte, lejos de la plebe. De algo se deben estar riendo, no se puede precisar de qué, pero están conviviendo con indígenas de la Huasteca, una de las regiones más pobres de México. Uno se pregunta con inquietud qué motivos deben haber en Huehuetlán para que estos personajes estén tan sonrientes pues diríase, están auténticamente rodeados de pobreza y marginación. Güeros y en camisa blanca y pantalón casual, celebrados por los pobres que les colgaron sus collares en flores de colores. Mírelos, tan sonrientes, tan plenos, tan felices, tan satisfechos. Es la risa tecno burócrata que se exhibe en los eventos oficiales, ceremonias y giras de trabajo. Están en la Huasteca donde hace apenas un año el entonces gobernador Fernando Toranzo admitía que San Luis está “muy jodido”, lo cual no parece preocupar a estos tipos tan alegres como se ven. ¿Será que de eso se sonríen?, los de la imagen. O será que ríen de la suerte de otros, están felices de que su vida no sea como la de los pobres. Será el sereno, pero ellos están sonriendo tan quitados de la pena que hasta se creen que están cumpliendo con su noble misión de servir a los demás. Están en el clásico evento oficialista en el que ponen a los niños a bailar o recitar poemas para honrar la gracia de los señores, se ríen de eso, o bien, de la ocurrencia de alguien, quien por encargo del alcalde, improvisa un discurso de agradecimiento al gobernador por las obras recibidas, pero lo que más les gusta es que digan algo en su lengua materna, a veces de eso es de lo que se ríen, porque ya ve usted, los políticos no respetan a nadie. Será que a veces no queda de otra sino de reírse de todo, como una vez sugirió un estadista que responde al nombre de Ricardo Gallardo Juárez. Sino veamos estos datillos que al parecer, son los que hacen reír a los de la imagen. Índice de Marginación Municipal del Consejo Nacional de Población para San Luis Potosí: 60 por ciento de la población en el estado presenta algún grado de marginación; 56 de los 58 municipios de la entidad presentan rasgos de marginación de baja a muy alta y únicamente dos ayuntamientos, no tienen grado de marginalidad; 46. 70 por ciento de la población tienen ingresos por apenas dos salarios mínimos o menos; 9.10 por ciento de la población habita en viviendas con piso de tierra y el 34. 43 por ciento de la población vive en condiciones de hacinamiento; 14. 17 por ciento de las viviendas ocupadas en la entidad no tienen servicio de agua potable entubada y el 3. 99 por ciento de ocupantes de viviendas no tienen drenaje ni excusado; 23. 18 por ciento de la población de quince años o más no tiene la educación primaria completa y, 7. 96 por ciento de la población de quince años y más es analfabeta. Por cierto los que aparecen tan contentos son el gobernador Juan Manuel Carreras López y el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade. Dos tipos alegres entre los pobres.