Ciudad de México (08 de agosto de 2016).- Desde el embarcadero se percibe la experiencia paradisiaca que ofrece La Tovara, por su manantial de aguas cristalinas que da vida a manglares, helechos gigantes, así como plantas tropicales y la gran variedad de aves, peces, cocodrilos, tortugas, jaguares, armadillos y ocelotes.
En lanchas turísticas los visitantes inician la aventura en el manantial que surge de la sierra nayarita y que se une con el agua salada del mar, conformando así un espectacular estero que es el hogar de diversas especies de los reinos animal y vegetal.
La mezcla de aguas de este ecosistema de manglares permite a los paseantes, no sólo entrar en contacto directo con la frescura de su ambiente, sino observar, con mucho respeto, a los cocodrilos que merodean, sabedores de que son los dueños de este paradisiaco lugar.
Tras el recorrido por los ramales de este oasis de la riviera nayarita se llega a las faldas del cerro que nutre de agua al manantial, en donde se encuentra el Cocodrilario Kiekari que conserva la especie de reptiles.
En 2008 La Tovara fue declarada uno de los sitios RAMSAR, es decir, forma parte de los “Humedales de suma importancia a nivel mundial”, por lo que se realizan acciones locales, estatales y a nivel federal para su conservación.
Sin duda, La Tovara, que significa agua que nace entre piedras calizas, es un importante sitio en favor de la biodiversidad de México, de tal forma que sus cinco mil 733 hectáreas de extensión fueron reconocidas como sitio RAMSAR del país.
Fuente: Notimex.
