Por Victoriano Martínez
En el caso de la concesión de Aguas del Poniente Potosino, el juego de omisiones por parte del Ayuntamiento y de simulaciones por parte de la empresa concesionaria que comenzó el pasado 7 de diciembre se prolonga: el primero sigue sin cumplir su obligación de haber estado preparado para administrar el servicio y el segundo lo aprovecha seguir a cargo.
El alcalde Enrique Galindo Ceballos anunció que el próximo lunes dará a conocer el nombramiento del titular de la nueva Dirección del Agua como parte de un esfuerzo para reforzar la infraestructura hídrica de la ciudad.
El nombramiento llegará con exactamente diez meses de retraso, pues en sentido estricto debió contarse con un responsable de esa área desde el mismo 7 de diciembre de 2023, cuando se firmó el Acuerdo del Agua, con miras a la conclusión de la concesión de Aguas del Poniente.
Y debió ser de esa manera para que pudieran estar en condiciones de cumplir la fracción V de las Obligaciones de la empresa establecidas en el dictamen del Cabildo que se la otorgó en la sesión del 23 de diciembre de 2008 (página 12):
“Desocupar y entregar la infraestructura y bienes materia del inventario al término de la concesión de conformidad con lo establecido en la Ley”.
El término de la concesión se dio el 23 de diciembre de 2023 y ni desocuparon ni entregaron la infraestructura. No sólo incumplieron esa cláusula, sino también la Ley de Aguas del Estado que dice en el artículo 123:
“Al término de la concesión, las obras y demás bienes del concesionario destinados directa o indirectamente a la prestación de los servicios públicos, se revertirán al organismo operador descentralizado que sustituya al concesionario o, en su caso, al ayuntamiento o a la Comisión, sin costo alguno”.
“Los concesionarios estarán obligados a capacitar al personal de los prestadores de los servicios que los sustituyan en la administración, operación, conservación y mantenimiento de los servicios públicos, las obras y bienes concesionados”.
A diez meses de distancia, el Acuerdo del Agua, que se mantuvo en la opacidad, resultó una maniobra para postergar la entrega de la concesión bajo el pretexto de un proceso de entrega al margen del acuerdo de Cabildo que la aprobó y de la propia Ley de Aguas.
“Hay una entrega muy transparente, en donde estamos recibiendo la infraestructura, las cuentas y el expertiz que ha generado Aguas del Poniente Potosino, y nosotros les estamos dando un plazo de hasta ocho meses para hacer esa transición”, dijo Galindo Ceballos hace diez meses.
Pero no publicó el texto del Acuerdo del Agua a pesar de que desde el mismo día de la firma anunció que se daría a conocer todo lo relacionado con el proceso, especialmente la deuda de Aguas del Poniente con el Ayuntamiento por 15 años sin pagar la contraprestación, y los montos cubiertos por la empresa.
Para Galindo Ceballos, la transparencia del proceso consistió en anunciar que harían públicos informes que nunca dio a conocer. El 19 de agosto anunció la conclusión del proceso para el 23 de ese mes, cuando darían a conocer un informe detallado. Pasó la fecha y el informe nunca se dio.
El 10 de septiembre informó que el 23 de agosto culminó el proceso de recepción de Aguas del Poniente. “En los próximos días daremos un informe financiero y detallaremos el estado en que se encuentra la situación del agua respecto a la ciudad”, volvió a hacer otro anuncio que incumpliría.
Ya en su segundo periodo como alcalde, ahora anuncia para el lunes el nombramiento del titular de la Dirección del Agua y vuelve a prometer un informe detallado: “Es importante que la población conozca todo lo que se ha recibido, ya que es un proceso significativo para la ciudad”, dijo Galindo.
Importante lo fue siempre. Durante los 15 años que la concesionaria incumplió con el pago de las contraprestaciones que hoy dice que reconoce, pero que fueron una causal de rescisión que nunca se aplicó (ni Galindo en su primer trienio) y que hoy presenta como si fuera un gran mérito de la concesionaria incumplida.
¿Se le cobrarán multas, recargos, intereses y demás accesorios a la incumplida concesionaria o una cantidad pactada como si fuera un favor de la empresa a la autoridad por el que los potosinos le tendrían que estar agradecidos?
Y el cobro del servicio de agua potable que mantuvo a su cargo la concesionaria por más de ocho meses después de vencida la concesión, según reveló este viernes Galindo Ceballos, ¿los entregará íntegros o ahora será el Ayuntamiento el que le tenga que pagar una contraprestación por ese servicio?
El juego de omisiones por parte de la autoridad y de simulaciones por parte de la empresa aún no acaba, y se mantiene tan a puerta cerrada que la única certeza es que difícilmente se conocerá lo que realmente ocurrió y se añadirá como una leyenda más de las turbias relaciones de conveniencia entre el poder económico y el poder político.