Las “cajas chinas” de la Arena Potosí

Por Victoriano Martínez

El abuso en las estrategias de comunicación de la burocracia ha llevado muy lejos la afirmación “lo que no se publica o no se ve, no existe”, aplicado tanto en sentido literal como en sentido opuesto: mientras más se publica, más existe.

La tragedia ocurrida esta semana en la Arena Potosí, con la muerte de un empleado de seguridad al desplomarse un portón que colapsó, desató una estrategia informativa que se esforzó por minimizar el hecho.

La Fiscalía General del Estado incurrió en el acto inverosímil de emitir dos comunicados con claras intenciones de aparentar que el hecho no se dio en el centro de espectáculos.

Sin mencionar la Arena Potosí, en el primero señala que la tragedia ocurrió en un “centro de espectáculos”, para enseguida emitir otro comunicado en el que sólo mencionó que la tragedia ocurrió en la colonia Satélite.

La omisión va más allá de evitar “mala publicidad” para la Arena Potosí y se acerca a una complicidad con los responsables de verificar las condiciones en las que opera cualquier centro de espectáculos, pero también con quien tuvo la responsabilidad de entregar una obra, recién inaugurada, en condiciones óptimas.

¿Qué otros “vicios ocultos” de la obra ponen en riesgo la seguridad de quienes asisten al Campeonato Nacional Charro? ¿Cuántas inspecciones ha realizado la Dirección Estatal de Protección Civil en ese sentido y dónde pueden consultar los dictámenes quienes asisten a la Arena Potosí para sentirse seguros?

Un recinto que presenta un contraste cínico: mientras con no publicar o evitar que se sepa se pretende que no exista una tragedia en la que una persona pierde su condición humana y se vuelve la estadística de una muerte “accidental” más, un despliegue propagandístico moviliza a la población… ¡para recibir gratis un boleto al concierto de Luis Miguel!

Mientras más se publica el reparto de 20 mil boletos por todo el Estado, más existe y, de paso, refuerza que sobre la tragedia que se ocultó ya nadie hable, aunque el sacrificio de acampar, conseguir un suvenir de Luis Miguel y entonar alguna de sus canciones sea para lograr el pase al sitio donde un ser humano perdió la vida por una situación que se pudo prevenir.

Se trata de la segunda persona que pierde la vida en la Arena Potosí. La primera fue un trabajador que murió tras una “mala maniobra” que derivó en un accidente al interior de las obras de la Arena Potosí, el 28 de junio de 2023.

En aquella ocasión, la difusión que le dieron los medios a la tragedia provocó el enojo del gobernador Ricardo Gallardo Cardona porque el prefería que se informara sobre un presunto fraude por un endeudamiento supuestamente ilegal por 150 millones de pesos en el Interapas, que él mismo había dado a conocer.

Nadie lo sacó, los que lo sacaron estaba así, chiquito. No obstante, usaron una tragedia de una persona que ni de San Luis es, porque era de México, que tuvo un accidente en la Arena Potosí, lo usaron de caja china, y ayer el morbo y el escándalo era la persona que había muerto. Usaron una tragedia de caja china para tapar la corrupción del agua”, aseguró.

El video del berrinche del mandatario aún se mantiene en la página de Facebook del Gobierno del Estado, aunque con las expresiones relacionadas con la caja china censuradas.

Desde la perspectiva de Gallardo Cardona se hizo demasiado visible una tragedia en la que se realizó una mala maniobra que pudo formar parte de la urgencia de pretender terminar la obra en tiempo récord, cuando lo que debería ser noticia de ocho columnas era su denuncia sobre la presunta corrupción en Interapas.

Denuncia sobre la que, por cierto, no se ha informado sobre resultados de carpetas de investigación, si se fincaron responsabilidades, se sancionó a algún responsable y se logró la reparación del daño.

En la lógica de Gallardo Cardona, esta vez la promoción del gran concierto de Luis Miguel, su protagonismo populista al regalar 20 mil boletos por todo el Estado, y anunciarlo a los cuatro vientos, puede considerarse la “caja china” que usó para invisibilizar la segunda muerte ocurrida en la Arena Potosí.

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