Ciudad de México (09 de junio de 2015).- Desde la época de los faraones, las flip flops, también conocidas como zoris o chanclas, han sido el zapato tradicional favorito para los días más calurosos. Y es que es un placer poder llevar los pies descubiertos y frescos para combatir el calor.
Pero el uso prolongado de éstas no es recomendable, ya que pueden generar muchos problemas. El 78% de los estadounidenses de más de 21 años ha sufrido problemas en los pies debido al uso de estas sandalias veraniegas, según la evaluación de la Salud Nacional del Pie del Instituto para la Prevención de la Salud del Pie de Estados Unidos.
Un podólogo experto hablar y declara que los problemas más comunes son los siguientes:
1.- Lesiones.
A pesar de ser muy frescas y cómodas para el verano, son incapaces de amortiguar el impacto contra las superficies duras, debido a la fina goma que posee su estructura.
“Nuestros pies están preparados para caminar por superficies naturales como la hierba o la arena, por lo que usar chanclas para andar sobre el asfalto puede causarnos varios problemas”, señala el estudio. Al ser planas, pueden generar dolores en las rodillas, la espalda y la cadera.
De igual forma, para los médicos ortopedas de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en Estados Unidos, las sandalias ofrecen un respaldo al arco y una cobertura del pie limitadas, que pueden generar lesiones en la gente que las usa. “El objetivo del calzado debería ser el de proteger y dar estabilidad al pie, y las chancletas no cumplen con esa función”.
2.- Alteración de la forma de caminar.
Los especialistas recomiendan sólo usarlas en las playas o antes de entrar a la alberca, y evitar su uso prolongado. También altera la forma de caminar, ya que las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su sitio, mientras que el talón queda totalmente levantado y sin apoyo.
De acuerdo con un estudio realizado en 2008 por la Universidad Auburn (Estados Unidos), al usar flip flops, nuestros pasos son más cortos, lo que ocasiona que nuestros talones choquen con el suelo de una forma irregular, alterando el ritmo de nuestro caminar. Esto sucede porque la mayoría de las personas suelen tensar los dedos del pie para mantener mejor la sujeción de la sandalia y la presión de los dedos añade estrés a la zona del tobillo y a todo el pie en general.
3.- Fascitis plantar.
Ésta es una inflamación del tejido conectivo del pie, y también se relaciona con el uso frecuente de este tipo de sandalias. Su uso provoca el estiramiento de la fascia plantar, causando inflamación, dolor, protuberancias y cansancio, sobre todo en personas con sobrepeso.
Los principales síntomas de la fascitis es el dolor y la rigidez en la parte interior del talón, la planta del pie también puede doler o arder cuando se dan los primeros pasos en la mañana o se suben escaleras.
4.- Otros.
Dedos y uñas rotas, cortes y gérmenes también se cuentan entre los problemas ocasionados por el uso continuo de chanclas. Además del daño solar que se produce en verano.
Una recomendación para el que use este tipo de calzado es usar filtro solar en los pies, para reducir el riesgo de cáncer de piel. Además de usarlas sólo en las playas o antes de entrar a la alberca.
Fuente: BBC Mundo.