Las intermitencias del megalómano

Abelardo Medellín Pérez

La grandeza es una condición difícil de sostener cuando pretende conseguirse a través de lo público, aquello que es de todos, ya es demasiado difuso como para querer ocuparlo para sostener una grandeza individual; aun con esta lógica hay quienes, sedientos de aplausos, buscan utilizar la cosa pública como un escalón para presumirse, ignorando que quienes lo han hecho, son vulnerables a fallar y revelarse como lo que son: un ciudadano más.

Estás fallas esporádicas de la grandeza parecen ser el defecto congénito del que padece el gobierno de San Luis Potosí. Llegada la mitad del sexenio, la administración Gallardista logró dejarse ver como una gestión que podía emprender y, efectivamente, lograr obras y programas, aunque estas naciera tiznadas de la mancha que deja la opacidad y el evidente dispendio de recursos mal planificados en su ejercicio.

Esta semana el propio gobierno desveló las catastróficas consecuencias de apuntar muy alto, sin tener capacidades ni medios ni aspiraciones para lograrlo. 

Tres eventos, de final de año, son lo que los muestran de cuerpo completo: Xantolo en tu Ciudad, Campeonato Nacional Charro y las Posadas Oficiales. 

El primer festejo de Xantolo en tu Ciudad fue una grata sorpresa para los potosinos, viniendo de un gobierno que considera el gasto en conciertos y propaganda como un “patrimonio inmaterial” y cultural. 

Sin embargo, la segunda edición, además de perder fuerza en su propuesta de espectáculos y promoción de talentos locales, auguraba que el resto de las ediciones pretenderían ser más grandes, a costa de ignorar su razón de ser. 

Este año, el gobernador presumió por todos los medios que el Xantolo llegaría a Europa; desde ahí, la pretensión era grande, y como ya se dijo, esto conlleva sus consecuencias.

En lugar de buscar engrandecer la fiesta del Xantolo en el estado o llevar efectivamente las muestras culturales de esta tradición a otras ciudades en San Luis Potosí, Gallardo Cardona quería sacar el festejo del país y presumirlo como un logro de su mano. 

Su mano lo arruinó y al final el festejo tuvo que tocar diversas puertas para al final lograr presentarse, ya no en Europa, sino en Chicago. La noticia es igual de buena para la promoción de la entidad, pero la insistencia de querer engrandecerlo deja un mal sabor de boca en este logro y al mismo tiempo lo hace ver más pequeño de lo que es. 

Lo mismo ocurrió con el Congreso Nacional Charro; tanto hizo el gobernador, tanto obligó que gastara el Estado, tanto insistió para que la Federación Mexicana de Charrería violara su reglamento para traer el Campeonato 2024 al estado y al momento de hablar de sus beneficios, Gallardo Cardona emitió la ridícula cifra de 700 millones de pesos en derrama. 

Además de irrisoria, la cifra resulta inverosímil por la simple razón de que el gobierno nunca ha podido explicar qué mecanismos utiliza para medir la derrama económica de sus grandes eventos.

La otra gran expectativa defraudada fue la de el espacio: la Arena Potosí. Según el gobernador, el gran evento de Charrería requería un espacio digno para su tamaño, por tanto decidió hacer una Arena con capacidad para poco más de 20 mil personas, 20 mil asistentes que traerían al estado la derrama imaginaria. 

Pero al gobernador no le basta con derrochar grandeza imaginaria, él también requiere grandeza aparente, y por segundo año consecutivo el gobierno explotó el tiempo de estudiantes de escuelas públicas, quienes fueron acarreados para servir de relleno en los cientos de espacios vacíos en el acto inaugural del Campeonato.

¿Cómo va a sostener el gobierno que el Campeonato es un imán de derrama económica si tuvieron que construir una Arena de 650 millones de pesos, pagar desde dependencias estatales a la Federación de Charrería, patrocinar equipos y movilizar acarreados para llenar el evento y el ego del jefe del ejecutivo? El hambre de grandeza no les deja ver la diferencia entre la inversión que se imaginaba y el pasivo que ahora tienen. 

Por último, las posadas. Está semana, Gallardo Cardona afirmó en entrevista con medios que su deseo navideño es realizar mil posadas, así es, mil posadas en el estado pagadas con recursos públicos. 

Aquí, la grandeza pasa de lo problemático a lo absurdo; para dimensionar mejor la problemática real de querer alcanzar un récord como el de realizar mil posadas, comparto en este espacio una breve numeralia de la propuesta decembrina del gobernador:

Posadas que Ricardo Gallardo Cardona pretende celebrar en diciembre de 2024: 1 mil

Posadas celebradas en 2023: 78

Aumento de número de posadas con respecto al año pasado: 1.282 por ciento

Posadas celebradas en 2022: 70

Posadas celebradas en 2021: 25

Aumento del número de posadas con respecto al primer año: 4 mil por ciento

Gasto en posadas celebradas en 2021 según el Gobernador: 3 millones de pesos.

Costo promedio por cada posada: 120 mil pesos. 

Costo total de las posadas en 2024 tomando como referencia las posadas de 2021: 120 millones de pesos.

Número de juguetes repartidos en posadas durante 2022: 280 mil

Juguetes repartidos en promedio por cada posada ese año: 4 mil

Número de juguetes que se deberán repartir este año tomando como referencia el promedio de 2022: 4 millones

Cantidad de días que tiene diciembre: 31

Cantidad promedio de posadas diarias que deberá celebrar el gobierno para llegar a mil posadas en diciembre: 32.25

Número promedio de posadas que le tocaría a cada uno de los 58 municipio si se celebrarán de forma equitativa: 17.24

De ser real esta nueva pretensión megalómana, prácticamente el Gobierno del Estado se convertiría en un aparato de organización de eventos diarios durante todo diciembre… casi como lo que ya hace para promocionar a la senadora Ruth González Silva, o los gustos personales del jefe del ejecutivo.

Habrá quien podría alegar que el Xantolo en Europa, las derramas económicas imaginarias y las miles de posadas, quizá son solo desvaríos y ocurrencias inocentes de un gobernador que busca reflectores propios cada mañana, sin embargo, los primeros tres años del sexenio han demostrado que el gobierno no tiene límites ni topes cuando de engrandecer el apellido oficial se trata. Siempre lo intentan y su único filtro, es la coherencia, la lógica y la realidad, las verdaderas enemigas de las propuestas Gallardas.

El gobierno que tenemos es un animal desesperado por atención, una súplica de reconocimiento, quiere que lo tomemos en serio en función de lo mucho que puede lograr y nada logra; el gobierno Gallardista, por más que intenta, no está en su punto de grandeza, sino solo en una lamentable intermitencia de desaciertos.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

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