Los alimentos que contienen grandes cantidades de almidón como las papas, los cereales o el café, y que son cocinados a temperaturas superiores a los 120 grados generan una reacción química que da lugar a unos productos tóxicos, los cuales son capaces de acelerar el envejecimiento de nuestro cuerpo, al menos así lo afirma la Academia Nacional de Farmacia de Francia.
Al cocinar estos alimentos a tan alta temperatura generan un proceso de glaciación avanzada, conocido como AGE, el cual puede acelerar el proceso de envejecimiento.
Las partes quemadas de las patatas fritas y horneadas, así como del pan tostado, las galletas, el pan blanco y el café, contienen acrilamida, un compuesto el cual se ha demostrado cancerígeno y neurotóxico en las células animales, pero no en humanos.