Por: Antonio González Vázquez.
Es apenas la primera de muchas, vamos a sacar a San Luis del bache de la hambruna; tortillas para todos, tortillas por kilos, tan calientitas y sabrosas. Tortillas para ti, para ellos, para nosotros, para todos. Tortillas y tortillerías aquí y allá, pero también más allá; tortillas a toda hora, ya sea para el lonche, el antojo, la comida o la cena. Tortillas siempre en la mesa y en las viandas, tortillas amarillas para los que tengan hambre y para los golosos también.
Aquí están las tortillas más baratas, las más bara-bara-bara; las más nutritivas, las más redonditas y suavecitas de la colonia, las mejores tortillas de la región, hechas de maíz cien por ciento natural, nada de transgénicos; las tortillas que son un manjar si se sirven acompañando un puchero de pollo o en mole, como las prefiera siempre y cuando sean amarillas porque son más deliciosas y nutritivas.
Esta de más decirlo, pero las mejores son las de tortilla subsidiadas. No se confunda, subsidiadas no sudadas, subsidiadas y no regaladas. De a seis el kilo, pásele, bara.-bara-bara; de a tres kilos por familia.
Avenida Juárez esquina con República de Honduras, venga por sus tortillas, es la Tortillería Municipal “Satélite” que ha emprendido una lucha frontal contra el hambre y la orfandad de tortillas en la mesa de los capitalinos.
De lo que se trata es de regresar a los potosinos a la dieta precolombina basada en la tortilla con sal y chile. Pero tenga cuidado, la tortillería correcta es la que tiene su fachada pintada en color amarillo y blanco, no vaya a entrar a cualquier otra donde las tortillas son francamente inapetecibles y caras.
Por tan solo 250 mil pesos de inversión se beneficiará a miles y miles y miles y miles o lo que es lo mismo, muchas, muchas, muchas de familias que en adelante podrán degustar sus tortillas de masa de maíz al tiempo que se ponen de pie y adoran al alcalde.
Y no es para menos, está poniendo al alcance de quien así lo desee, un alimento histórico de origen inmemorial, cuyo consumo se remonta a la época precolombina. Es más, cuando Hernán Cortés desembarcó en 1519 ya los indígenas comían ante todo, tortillas.
Con las tortillas casi regaladas de la tortillería Satélite se podrán preparar toda suerte de antojitos, ya sea tacos, quesadillas, entomatadas o enmoladas, burritos, tostadas, chilaquiles y todo gracias a la visión del presidente municipal que tuvo a bien abrir la primera de lo que se espera, sean muchas, muchas, muchas tortillerías de aquí a que lleguen las próximas elecciones.
