Leer un buen libro antes de dormir es bueno para tu cerebro, para conciliar un sueño reparador y por supuesto, para disfrutar de ese placer que nos enriquece como personas y que nos hace sentirnos más libres.
Algo que casi todos hacemos con frecuencia, es dejar que el sueño nos venza mientras vemos la tele o navegamos en Internet. Nos hemos acostumbrado tanto a este tipo de distracción y esparcimiento cuando acaba el día, que relacionamos el descanso con “ver la tele”.
Ahora bien, hay algo en lo que deberíamos pensar… ¿Crees que tu cerebro descansa mientras miramos la tele o estamos con el ordenador?
Bueno, empezaremos aclarando algo importante: ver la televisión no es malo, y hacer uso de las nuevas tecnologías como el celular o la tablet tampoco es nocivo para la salud; la clave es el equilibrio y por supuesto, en no exponerse a estas pantallas demasiadas horas.
Expertos en higiene del sueño lo tienen claro: para conciliar un sueño profundo y reparador, lo más adecuado es apagar el móvil, teléfono y televisión dos horas antes de ir a la cama, para después, leer un buen libro.
Esta lectura relajada puede conseguir que tengas un sueño que fortalezca tu cerebro; esto se debe a una conjunción de varios detalles que crean un “todo” realmente interesante. Para comprenderlo mejor, basta con tener en cuenta estos aspectos:
*Leer eleva el flujo sanguíneo hacia el cerebro. El acto de leer, con todos los procesos que ello implica, activa la corteza prefrontal relacionada con múltiples actividades cognitivas: atención, memoria, creatividad…
*Este sencillo ejercicio va a hacer que todos los estímulos externos se reduzcan para focalizarte en ese mundo interior que sólo las letras pueden transmitirnos. Es un vínculo directo con la imaginación y la tranquilidad que nos permitirá caer en un sueño relajado y profundo.
*Hemos de tener en cuenta que las ondas electromagnéticas de la televisión o el ordenador, nos sobreexcitan. Tanto es así que según nos indican varios estudios, si permitimos que niños pequeños de entre 2 y 6 años estén muchas horas ante la televisión, lo más probable es que sufran déficit de atención o problemas de insomnio.
*El “insomnio tecnológico” afecta a gran parte de la población. De hecho, es posible que tú mismo lo hayas sufrido en alguna ocasión: Nos pasamos horas ante el ordenador o con el celular mientras estamos en la cama, pero cuando lo apagamos todo y decidimos dormir, nos es imposible conciliar el sueño.
*Si nos llevamos un buen libro a la cama, el cerebro no sufre el impacto de esas pantallas retroiluminadas, capaces de activar zonas del cerebro que alteran la calidad de sueño. Además, según estudios, a la larga sufriremos alteraciones del sueño, nos costará más concentrarnos y nuestros reflejos serán un poco más lentos.
Algo tan positivo como llevarnos un libro a la cama y dejar que el sueño nos arrope en medio de una batalla en Europa, convirtiéndonos en un vampiro en Hungría o siguiendo la pista de un asesino en el Londres Victoriano, nos permitirá tener un cerebro más ágil, creativo y almacenar mayor reserva cognitiva.
Vale la pena tenerlo en cuenta.