Bogotá, Colombia (28 de mayo de 2016).- Salud Hernández, la periodista española liberada este viernes en Colombia tras permanecer en poder de la guerrilla ELN desde el sábado, según el gobierno, dijo estar muy bien y agradeció a la Iglesia católica por facilitar su regreso a la libertad.
“Estoy estupendamente; muchísimas gracias a la Iglesia católica, muchísimas gracias a todos los colegas”, dijo Hernández, colaboradora del diario español El Mundo y columnista del colombiano El Tiempo, en declaraciones a la televisora Caracol desde la región del Catatumbo (noreste).
“Estaba secuestrada por el ELN”.
La noticia de la liberación de Salud fue confirmada primero por el obispo de Ocaña, Gabriel Ángel Villa Vahos, quien explicó que estaba acompañada del párroco de San Calixto, Ramón Torrado.
Fue precisamente el padre Torrado el primero en hablar y explicar que la española estaba bien de salud “pero agotada”. El prelado indicó que había sido entregada a una comisión de la Iglesia en una zona rural entre Teorama y San Calixto, Norte de Santander.
También aseguró que ella daría declaraciones posteriores a la prensa sobre lo sucedido y se negó a confirmar si había sido un secuestro.
Al pedir una confirmación para su familia en España, la propia periodista pasó al teléfono y agradeció a todos los colombianos “por preocuparse por ella”.
Confirmó que estaba en perfectas condiciones de salud y aseguró que todos los detalles de lo ocurrido en la semana serán entregados a la prensa.
“Ha sido todo rápido, lo que pasa es que la vuelta no es rápida porque, como sabemos, las carreteras de esta Colombia rural, pues, son un desastre”, agregó la comunicadora.
También dio un parte de tranquilidad a la familia de los periodistas de RCN Diego D’Pablo y Carlos Melo, de quienes aseguró están en perfecto estado y regresarán hoy a la libertad.
“Me quitaron el equipo en El Tarra”.
“Me quitaron mis cosas y pensé que me las iban a devolver. Al día siguiente me dijeron que subiera a la moto y me quitaron la ropa”, narró. “Desde el primer momento tuvo en claro que sus captores eran del ELN. Se identificaron desde el primer momento…cuando me quitaron los equipos también”.
Y relató allí que su secuestro se tornó en un constante peregrinar.
“Estuvimos cambiando varias veces de sitio. Yo creo que unas cinco veces”, explicó.
Al cabo del trance que acaba de vivir, siente que tiene que regresar a cumplir su misión de concluir sus notas periodísticas en el Catatumbo.
Y pidió al Estado no bajar la guardia con el secuestro y menos si quiere una negociación con el ELN.
Y cerró con una voz de repudió al delito del que acaba de ser víctima.
“Es un crimen abominable”, sentenció.
Fuente: Letra Roja.