Liderar entre los escombros

Antonio González Vázquez

“En el país de los ciegos el tuerto es rey”: refrán que aplica perfectamente al aún priista y exaltado como principal figura en la oposición, Enrique Francisco Galindo Ceballos.

La mediocridad, que brilla como la luz solar entre la clase política de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que se traduce en ausencia de liderazgos, juega en favor del recientemente alcalde reelecto.

Su futuro político con vistas a los comicios de 2027 luce prometedor, en tanto que ni de lejos, entre panistas y priistas, hay alguien que le haga sombra.

No es que sea el mejor, sino que es el único; no hay más.

La paradoja es que eso que parece ser bueno para el edil capitalino reelecto, en realidad no lo es porque emerge como figura relevante allí donde no hay nadie a quien señalar como contendiente a ese liderazgo.

Al ganar con amplitud la contienda electoral por la reelección, Galindo Ceballos confirmó que desde 2021, la oposición no cuenta con cuadros competitivos y capaces de ir a las elecciones con posibilidades reales de triunfo.

Los resultados del 2 de junio así lo demostraron: PAN y PRI fueron literalmente barridos.

Haber ganado y mantener el ayuntamiento de San Luis Potosí ha sido muy importante, pero pierde buena parte de su valor político en el marco de los resultados generales.

El PRIAN se alzó con la victoria en la capital porque, en buena medida, es el único bastión que le queda al blanquiazul.

La ciudad mantiene su raigambre conservadora, que históricamente le ha dado decenas de miles de votos al PAN para nutrir su fuerza estatal y eso, aún le puede dar mucho en procesos futuros.

Sin embargo, es insuficiente.

Es por eso que Enrique Galindo es rey en una oposición plagada de tuertos.

Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Nacional del PRI, festejó como propio el triunfo de Enrique Galindo al presumir que, pese a la derrota contundente ganaron alcaldías “relevantes” en el país.

Apenas citó seis presidencias municipales, una de ellas, la de San Luis Potosí, aunque omitió aclarar que el candidato priista triunfó gracias a los votos del PAN.

Con todo y que atraviesa por una profunda crisis interna, el blanquiazul hizo ganar al priista.

Y aunque Galindo goza de las mieles de la reelección y de ser el único político de peso en la mínima oposición, haría mal en olvidar el hecho de que, en dos ocasiones fue beneficiado de acuerdos cupulares.

En 2021, el acuerdo entre Moreno Cárdenas y Marko Cortés Mendoza, dirigentes nacionales del PRI y PAN respectivamente fue dar al panista Octavio César Pedroza Gaitán la candidatura a la gubernatura y a Galindo, la de la alcaldía.

Para 2024, luego de liquidar sus aspiraciones por la candidatura al Senado, el acuerdo desde la élite fue dar visto bueno a Galindo para ir por la reelección a cambio de que Verónica Rodríguez Hernández encabezara la fórmula senatorial.

Al priismo le fue la mar de bien y al PAN no tanto: por segundo trienio consecutivo, un gobierno municipal tricolor obtenido con votos panistas.

El diputado Rubén Guajardo Barrera tenía muy claro el escenario electoral y en su momento, buscó la candidatura, a la que cedió en favor de Galindo en un trueque de consolación: nada o una candidatura a diputado local.

Sin nadie que ponga en riesgo su liderazgo en la oposición, Enrique Galindo empezará desde el primero de octubre el camino que conduce a la candidatura por la gubernatura, en un contexto marcado por el derrumbe de su partido.

El panismo ha doblado las manos en dos elecciones locales al sujetarse a los acuerdos de Marko y Alito. En el 2027 difícilmente cederán por tercera ocasión porque el PRI se desplomó electoralmente y el PAN al menos se mantiene como la segunda fuerza política estatal.

Ambos partidos renovarán sus dirigencias locales y nacionales, así que los comparsas de Galindo ya no podrán interceder por él.

Pero el mayor problema para el alcalde con ambiciones de gobernador, es que crece la exigencia panista en todo el país de dar por terminada la alianza con el PRI.

El posicionamiento de trece ex gobernadores panistas, entre ellos Marcelo de los Santos Fraga, en ese sentido fue contundente: o el partido cambia o se va, es decir, desaparece.

Luego del rotundo fracaso de la alianza en los comicios de 2021 y 2024, ésta no tiene futuro pues solo ha servido para acumular descalabros que han hecho posible que la cuarta transformación sea mayoría en el Congreso de la Unión, que cuente con mayoría en el 70 por ciento de los congresos locales y que sume además de la presidencia, 23 gobiernos estatales.

En julio próximo, el PRI celebrará su Asamblea Nacional en la que discutirán la propuesta de Moreno Cárdenas de cambiar logotipo, colores y nombre al partido.

Esa idea descabellada es la única que llevarán en cartera para evitar su extinción.

En Acción Nacional iniciarán en octubre su proceso de renovación de la dirigencia nacional en la que buscarán acuerdos para revitalizar al partido y para ello, la exigencia es no continuar la alianza con el PRI.

Enrique Galindo es la única carta opositora al gobernador José Ricardo Gallardo Carona, al Partido Verde y Morena para las elecciones de 2027, pero es priista y los panistas ya no quieren nada con el tricolor.

Podría abanderar una candidatura competitiva, pero sin el apoyo del PAN no alcanzaría otra cosa sino la derrota.

Aunque ha dicho en múltiples ocasiones que es priista y morirá siendo priista, es probable que dentro de tres años ese partido ya no exista como tal y, lo peor, que Acción Nacional vaya con candidato propio y sin coalición.

En días pasados el legislador reelecto, Rubén Guajardo le reiteró la invitación pública para afiliarse al blanquiazul, en cuyo caso, Galindo no parece tener otra alternativa si es que quiere ser gobernador.

El PRI es sinónimo de fracaso.

En la pasada elección presidencial, Fuerza y Corazón por México, cedió la coordinación de la campaña en San Luis Potosí a Fernando Chávez Méndez, así como a Amado Vega Robledo al frente de los “Xóchitlovers” y fracasaron.

Le habían ofrecido a la candidata 700 mil votos y lograron 340 mil, de los cuales, apenas 103 mil 590 fueron priistas.

Lo evidente no se puede negar.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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