Por Victoriano Martínez
Volvió a ocurrir.
De no ser porque otros rectores del país difunden su participación en encuentros universitarios, sea por alguna actitud de presunción o porque efectivamente tienen algo qué informar, aquí sería imposible enterarse de los viajes del rector Manuel Fermín Villar Rubio.
En noviembre, fue porque Enrique Graue, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, informó de su participación en la Tercera Cumbre de Rectores México-Japón, primero como anuncio y después como informe de resultados, como se conoció una foto en la que Villar Rubio, como de paseo, apareció en una sexta fila entre los asistentes.
Mientras a Graue lo acompañaron académicos de primer nivel, a Villar Rubio lo acompañaron su esposa y su secretario particular. Mientras Graue anunció la aceptación para que la UNAM sea la sede de esta Cumbre en 2019, Villar Rubio no ha sido capaz de informar abiertamente ni sobre la totalidad de los gastos del viaje… mucho menos a qué fue.
Lo más que ha llegado a informar, prácticamente obligado a través de la Plataforma Nacional de Transparencia como respuesta a la solicitud de información 00194918, es que pagó por boletos de avión 21 mil 452 pesos, por boletos de tren 5 mil 664.99 pesos, por hotel 14 mil 320 pesos y otros gastos 2 mil 732.84 pesos. Total: 44 mil 169.83 pesos.
Viajar a Japón 44 mil pesos con cargo a la Universidad. Viajar acompañado de su esposa… no tiene precio. O al menos se oculta bajo el argumento de que ella pagó sus gastos.
Pero ese fue su paseo a Japón.
Ahora es otra foto, difundida por otro rector, la que revela que Villar Rubio realizó otro viaje intercontinental. Esta vez al IV Encuentro Internacional de Rectores de Universia, en la Universidad de Salamanca, que se realizó lunes y martes de esta semana en Salamanca, España.
Muy apegado a su vocación de opacidad, no hay más datos. ¿Quién lo acompañó? ¿Cuál fue su participación? ¿Qué resultados tuvo? ¿De qué la sirvió a la comunidad universitaria potosina? Nada. En prensa de la UASLP están a la espera de que tengan a bien pasarles información, si es que se las van a pasar.
Muy apegado a su actitud cerrada, Villar Rubio es incapaz de aprender que se viven tiempos en los que se debe privilegiar la transparencia como un derecho universal de acceso a la información pública, y él maneja recursos públicos que no le pertenecen como para usarlos sin dar cuenta de ellos.
No aprendió en noviembre, ni parece aprender. ¿O acaso con este viaje a celebrar los 800 años de aquella universidad española pretendió demostrar la advertencia que dice que lo que natura no da, Salamanca no lo otorga?
Viajó rector de la UASLP a España…prácticamente a “escondidas”
