Fernanda Durán
Alejandro Leal Tovías, el último diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la LXIII legislatura, consideró que las modificaciones estatutarias avaladas en asamblea nacional del domingo 7 de julio y que permitirán la reelección de su dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, sepultan 95 años de democracia interna en el tricolor.
En la Asamblea Nacional del PRI se aprobó una reforma estatutaria donde definieron la reelección de las dirigencias nacionales hasta por tres periodos, y dos periodos para las estatales y municipales.
El diputado lamentó que, pese a las criticas, se haya aprobado sin reflexionar otros temas importantes que debieron tomarse en cuenta, pues además había una democracia interna donde la reelección no estaba estipulada.
“Cuando una persona está enferma lo primero que hace es reconocer que está enfermo para tomar la decisión de acudir al médico, me parece que no hubo una reflexión. En ese sentido, no hubo una autocrítica con los resultados de la elección donde el partido no salió nada bien, no se analizó absolutamente para nada; yo creo que era el tema número uno a revisar”.
Enfatizó en que el argumento se supone que era para poder buscar un reencuentro o una renovación, pero se eliminó un fundamento “importantísimo” para el partido, mientras que no se tomó en cuenta que fue uno de los partidos con menos votos, siendo el tema “número uno a revisar”, y el dirigente del partido, Alejandro Moreno, fue agresivo con los críticos de la reforma de la reelección.
“Debió haberse hecho un llamado a la unidad, a abrir espacios. Los que se han ido ¿por qué se fueron?, ¿cómo buscarlos?, ¿dónde encontrarlos? Me parece que fue un mensaje muy crítico, muy agresivo, en el que creo que no era necesario hacer eso (…) eso no da pauta a que se critique a los que estuvieron en contra”.
Además, considero que el problema del PRI no se atribuye a una persona, sino a la política que se había llevado con exceso de acciones y abuso “en el partido y en el gobierno por más de ochenta años”, que causó su desgaste social como ha seguido hasta ahora.
En este contexto, indicó que ahora habrá que esperar qué es lo que sigue y ver qué decisiones se toma, “porque sí, mucha gente, aunque no lo manifestó públicamente, pensaban que debería seguir o al menos no aprobarse esa reforma”.
“La gente que estaba inconforme con esta reforma va a tomar decisiones próximamente. No sé hasta dónde llegue esto, pero me parece que esa no es la ruta; cuando un partido tiene daños en sus elecciones, que es lo que califica al partido, la postura es buscar cómo sumar, cómo reencontrarse, cómo reinventarse, no cómo expulsar, no cómo dañar, no cómo criticar a los críticos”.
Pese a este panorama, el diputado reiteró que él sigue siendo priista, por lo que se descarta una posible renuncia y que tiene el derecho de hacer este tipo de análisis, simplemente al comentar qué considera que faltó.
“Faltó hablar con los que no estaban de acuerdo, explicarles cuál es la ruta, hacia dónde vamos, qué estamos programando para el 2030, cómo se va a trabajar; si se va a hacer un recorrido nacional del partido en todo el país para encontrarse otra vez con la gente, cómo va a ser la relación del partido con el gobierno nuevo, con los demás partidos, qué va a suceder. Todo eso es lo que sigue”.