Por: Antonio González Vázquez.
Esta camioneta era propiedad de un funcionario público que en su momento, negó el derecho de acceso a la información pública, situación que hay que decir, se mantiene a fuerza de la actitud caprichosa de cientos de funcionarios a los que ese derecho les viene guango. En este San Luis Potosí de la simulación, es necesario que de vez en cuando se aplique una sanción para que luego no se diga que no hay justicia. Esta camioneta es resultado de esa simulación institucional según la cual, se puede castigar a uno pero nunca a todos. Es una camioneta Chrysler Dodge Durango 2012 que pertenecía a Francisco Muñiz Pereyera, hace ya muchos años, director del Interapas. La camioneta le fue embargada al ex servidor público por parte de la Auditoria Superior del Estado con el propósito de hacer efectivos 11 créditos fiscales por un monto total de 330 mil 716 pesos. Resulta que hace ya muchos años, Muñiz Pereyra fue sancionado por la negligente e ineficiente Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública por su conducta opaca como servidor público. Habida cuenta de que quien fue titular del Interapas de 2003 a 2012 no pagó las multas que le aplicó la cuasi inútil CEGAIP, la ASE procedió con altísima eficiencia y patriotismo a embargar la unidad que ahora pasará al servicio del comisionado presidente de la CEGAIP, Alejandro Lafuente Torres. Como si haber cobrado esos 11 créditos fiscales hubiese sido un acto de enorme complejidad, una empresa casi imposible por su dificultad, la ASE asumió un talante de perdona vidas y sobrades que no le queda: “Lo que realmente debe de importarnos acerca de este asunto, es que representa una muestra de que las faltas en que incurren los funcionarios públicos tarde o temprano son resarcidas a la hacienda pública, se trata de actos de justicia a los que estamos obligados y que la ciudadanía espera que ejecutemos, para eso trabajamos y hacia ello se encaminan nuestros objetivos”. Mayor cara dura, imposible. ¿Y Marcelo y Fernando y los 1500 millones de pesos?, ¿Y Ricardo Gallardo y Sandra Sánchez?, Perdón por preguntar, olvidé que al auditor Martínez siempre se le olvida todo.