Los peligros del alcohol según la ciencia

 

Ciudad de México (28 de julio de 2016).- Ya que el alcohol es muy común en nuestra sociedad, puede ser fácil olvidar que es una sustancia tóxica. Desde el primer trago, el etanol empieza a ser absorbido por nuestro estómago e intestino delgado. Luego se dirige al hígado para que ser transformado en una sustancia que pueda excretarse en la orina. Nuestro cuerpo hace su mejor esfuerzo por deshacerse del alcohol de manera eficiente, pero a veces no le damos tiempo de hacerlo.

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Del estómago a la sangre y al cerebro.

Cuando tomamos a un ritmo más rápido de lo que nuestro hígado puede procesarlo, el etanol permanece en la sangre y termina en el cerebro. Ahí puede causar todo tipo de desajustes con nuestros receptores nerviosos. El etanol estimula las señales de los transmisores inhibidores en nuestro cerebro, y por ello se le considera un depresor.

Las regiones del cerebro que son afectadas por el alcohol están relacionadas con los síntomas de la ebriedad. Por ejemplo, el cerebelo, que se encarga de nuestras funciones motrices. También inhibe las áreas del cerebro responsables del autocontrol y la inhibición social.

Consumir demasiado alcohol en poco tiempo, provocando una intoxicación alcohólica aguda, puede afectar severamente las actividades del bulbo raquídeo. Esta región del sistema nervioso central regula las funciones cardiacas, respiratorias, gastrointestinales, entre otras.

Fuente: Conéctica. (Por Ana Ávila)

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