Los sótanos del poder: AMLO contraataca, organiza la marcha de los acarreados

Ángel Castillo Torres

Luego del contundente garrotazo que le propinó la marcha ciudadana en defensa del INE el pasado 13 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador prepara su revancha, no está dispuesto a quedarse con el golpe recibido. El primer mandatario es un gallito de pelea, así que a unos días de haber ocurrido esta insurrección cívica, se ha levantado de la lona, ha lamido sus heridas y se dispone a contraatacar a sus adversarios. Le picaron la cresta y está ardido, por ello ha decidido devolver el agravio y dar una lección a sus opositores. Sabe que tiene la popularidad, el apoyo y el liderazgo para convertir una derrota temporal en un triunfo que le devuelva el título de caudillo indiscutido de las masas dolientes y humilladas de México. El presidente está consciente de que el éxito de la marcha en defensa del INE, la democracia y contra el autoritarismo puede convertirse en una seria amenaza para sus planes de perpetuar el proyecto de la Cuarta Transformación. Por ello y con urgencia ha decidido actuar para disminuir los daños causados por esta rebeldía. Al presidente no le gusta perder y ya se enganchó en una guerra política para demostrar que esas manifestaciones le hacen lo que el viento a Juárez. Es así que apoyado por sus operadores políticos está convocando a una contramarcha para el próximo domingo 27 de noviembre. Esta manifestación tendrá verificativo en la Ciudad de México e iniciará a las 9 de la mañana partiendo del Ángel de la Independencia y culminando en el Zócalo capitalino. En esa manifestación que culminará con un mitin, AMLO y sus seguidores mostrarán su poderío. En ese evento el presidente informará acerca de los avances, beneficios y resultados de su gobierno en cuatro años de gestión. Pero sobretodo, el primer mandatario aprovechara para denunciar y condenar una conspiración más de los “conservadores” contra su gobierno. Ese evento multitudinario será además el inicio de los trabajos de campaña rumbo al 2024. Es casi seguro que en su discurso convocará a defender el proyecto de la 4T y dará las grandes líneas para que inicien los trabajos que garanticen el triunfo del candidato o candidata de la continuidad. A partir del próximo 27 de noviembre todo girará y tendrá sentido si se abona a la suprema causa de obtener el triunfo electoral de Morena y sus aliados en las elecciones de 2024. Pero adelantar la campaña 2024 en un ambiente de acentuada polarización dividirá aún más al país. Habrá dos bandos concentrados en una lucha a muerte. De un lado los seguidores del presidente y del otro, quienes se le oponen desde diversas trincheras. El futuro político de la nación se estará construyendo desde ahora. Sólo que AMLO y sus aliados no son los únicos jugadores. Ha surgido un incipiente movimiento ciudadano que tal vez cambie la correlación de fuerzas en la disputa por el poder. Si la oposición a la 4T es capaz de dar vida a un gran Frente Opositor la competencia electoral se equilibrará y el resultado final de las elecciones 2024 se tornará incierto. Con la insurgencia opositora surgida el pasado 13 de noviembre se abre la posibilidad de que el desenlace final de las elecciones aún no esté definido. La autonomía y firmeza de millones de ciudadanos que manifestaron su repudio a la reforma electoral y defensa del INE podría ser el embrión del que nazca un proyecto alternativo de gobierno que se exprese a través de un voto opositor. Tan es posible este escenario que el propio presidente ya midió el peligro y se dispone a contraatacar para destruir desde ahora el huevo de la serpiente antes de que el reptil nazca y pudiera propiciar su derrota. Para lograrlo, la NOMENKLATURA morenista está echando mano de todo el poder del Aparato de Estado (en especial del dinero de las arcas públicas), de la manipulación de las clientelas políticas que se están beneficiando de las dádivas que los programas sociales reparten a manos llenas y que son pagados con los impuestos de todos, del fanatismo de los militantes y burócratas de Morena, de los gobernadores de la 4T y del aparato de propaganda gubernamental que utiliza con maestría las enseñanzas de Joseph Goebbels (Ministro de propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler).

El objetivo de AMLO es dar una muestra indiscutible de su poderío el próximo domingo. Y no hay que ir en un imaginario viaje a través del tiempo al legendario templo de Apolo, en la Grecia antigua, para consultar al oráculo de Delfos y estar en condiciones de vaticinar que esa manifestación será todo un éxito, sobre todo porque se habrán utilizado las mismas prácticas a las que recurría el PRI en su época de oro cuando necesitaba realizar grandes mítines.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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