Ángel Castillo Torres
Alguien le debería advertir a Marcelo Ebrard que promoverse en San Luis Potosí como aspirante a la presidencia de la República a través de un personaje de negro historial como Salomón Rosas va a manchar su imagen y a provocar rechazo entre los electores.
Como sabemos, Ebrard es una de las tres “corcholatas” que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha destapado como precandidato de Morena para la elección presidencial de 2024.
El Jefe Máximo del partido guinda ya autorizó a Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard a iniciar, en sus ratos libres, una precampaña para que los ciudadanos de todo el país los conozcan y vayan tomando partido en favor de alguno de ellos. Es así que como parte de su estrategia aspiracional Marcelo Ebrard ha designado a Salomón Rosas como su operador ejecutivo y plenipotenciario en los estados de Tamaulipas, Querétaro y San Luis Potosí para que lo promueva a través de una plataforma de lanzamiento denominada “Diálogos Progresistas”. Salomón Rosas es un priista de la época dinosáurica, cercano a los proyectos políticos de Carlos Salinas de Gortari, amigo de César Duarte, hoy en prisión acusado de un desfalco superior a los 3 mil millones de pesos al erario estatal durante su gestión como gobernador de Chihuahua. Fue delegado del PRI en algunos estados de la República, también ejerció como diputado federal del tricolor por la vía plurinominal. Su arribo a la Cámara de Diputados (LXI legislatura, 2009 – 2012) se dio como parte de aquél vergonzoso capítulo de la política nacional conocido como las “diputadas juanitas” del cual resultó beneficiado Salomón Rosas al desplazar como diputada titular a su propia esposa pisoteando con ello el propósito del legislador de que hubiera más mujeres en la Cámara de Diputados como un avance en la equidad sustantiva en favor de las damas.
Pero ahora resulta que Salomón Rosas Ramírez cree que puede engañar a los potosinos inventándose una identidad política que no lo define. Al presentar a la sociedad potosina la Plataforma “Diálogos Progresistas por San Luis” afirmó, sin ningún empacho y negando su largo historial como político de la mafia del poder que esta Plataforma es “una “expresión ciudadana. No somos una ONG, ni asociación civil, ni fundación; no participamos en grillas partidistas, ni siquiera en las de Morena. El objetivo es promover a Marcelo Ebrard desde lo local, desde los municipios, los estados y los distritos electorales. Pero a la vez identificar los problemas que hay, para que sean parte de la plataforma política del canciller y, eventualmente, formen parte de su plan de gobierno, cuando sea candidato y presidente”.
Y cuando se le preguntó si aún militaba en el PRI, como San Pedro, lo negó tres veces: “No he renunciado, pero en este momento no estoy participando en sus filas”. Incongruencia y cinismo total. Pero el historial de este individuo es más robusto y abominable. Se le denunció a nivel nacional de presunta corrupción en un reportaje publicado por la prestigiada revista Proceso el 26 de julio de 2018. Esta investigación periodística retrata de cuerpo completo el talante de Salomón Rosas Ramírez. Bajo el título de “El cónsul de San Bernardino se apropia de fondos de los migrantes”, el periodista J. Jesús Esquivel reveló que Rosas, “creó una sospechosa organización para embolsarse 30 mil dólares que habían sido destinados a la defensa de los connacionales en Estados Unidos”. En 2017 el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ensañaba con los paisanos acusándolos de violadores, asesinos y narcotraficantes y amenazaba con expulsarlos de Estados Unidos. Para apoyar a nuestros trabajadores migrantes con asesoría jurídica y evitar con litigios su deportación, el gobierno de Enrique Peña Nieto autorizó un presupuesto de mil millones de pesos para que se repartieran entre los 50 consulados de México en territorio estadounidense.
Cuenta la historia que ante tan suculento platillo de billetes mexicanos convertidos en dólares, Salomón Rosas se lamió los bigotes y presuntamente se dispuso a engullirse una generosa rebanada de ese pastel.
El modus operandi fue el siguiente, según relata Jesús Esquivel en la revista Proceso: “Con la canalización de éstos recursos la cancillería entonces bajo las órdenes de Videgaray estableció el programa Fortalecimiento a la Atención de Migrantes en Estados Unidos (FAMEU). En un documento de Videgaray de fecha 27 de abril de 2017, la SRE emitió en un comunicado oficial dirigido a los 50 consulados donde detallaba los requisitos para la contratación de abogados migratorios y organizaciones civiles. En el numeral tres, que alude a los “requisitos” para la suscripción de los contratos, el documento indica: “La organización deberá contar con la debida acreditación ante el Board of Immigration Appeals (BIA) a partir de enero de 2017, para todos los temas que involucren el ámbito migratorio”.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no representan la postura de Astrolabio.
Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
