Ángel Castillo Torres
El Senador Ricardo Monreal está a unas semanas de romper con Morena. Lo han orillado a desertar luego de múltiples afrentas, actos de exclusión, campañas de desprestigio y sobre todo, por los ultrajes que le aplica el presidente López Obrador. El primer mandatario ni siquiera lo recibe en Palacio Nacional para revisar la agenda legislativa que le interesa al gobierno. Aun así, como líder del Senado, Monreal ha sacado adelante todas las iniciativas de reforma que el tabasqueño ha enviado al poder legislativo. Y no obstante estas pruebas de lealtad hacia el presidente, los ultra radicales de Morena lo acusan de traidor, ambicioso y de desafiar la suprema voluntad del Gran Líder. La supuesta indisciplina de Monreal enardece a los fanáticos del Peje, así que estos imitadores del gran inquisidor Tomás de Torquemada piden a gritos que este atrevimiento se castigue con la horca, ¡que lo quemen con leña verde en la Plaza Pública! Vociferan frenéticos.
El senador zacatecano intentó durante meses una reconciliación con el presidente pero una y otra vez fue ignorado. Monreal pasó a engrosar la lista de enemigos del presidente. Por eso se le excluyó como aspirante a la candidatura presidencial por parte de Morena. Incluso se echaron a andar perversos ataques contra el legislador a través de la tóxica y mitómana gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien por medio de filtraciones a la prensa, llenas de insidia y mentiras orquestó campañas de desprestigio contra el deshonrado Monreal.
Por todas estas ofensas contra su persona el líder del Senado está a punto de quemar sus naves y abandonar las filas de Morena. Incluso ya ha empezado a sostener pláticas con los partidos de oposición para explorar la posibilidad de ser su candidato a la presidencia de la república, ya sea por la coalición Va Por México o como abanderado del partido Movimiento Ciudadano. Lo han escuchado con interés y respeto, pero aún no hay definiciones. Sin embargo esta posibilidad no se ha descartado. Los partidos de oposición están conscientes de que solo a través de una gran alianza tendrían oportunidad de derrotar al candidato o candidata de Morena. Basan su expectativa, entre otras cosas, en la eventualidad de que Morena se divida si el presidente de la república en su calidad de Gran Elector se decide por Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, dejando fuera al canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien agraviado, abandonaría las filas de Morena y se postularía por otro partido causando un daño severo a las aspiraciones de la corcholata preferida del presidente (La Sheinbaum).
Así las cosas, ya se percibe un fuerte olor a ruptura en las filas de Morena. De concretarse este escenario la competencia se igualaría y lo que parecía un triunfo fácil para el partido guinda en 2024 se puede complicar.
El PRI dio señales de vida
Beatriz Paredes Rangel tiene carisma, una sólida formación política y una acreditada experiencia parlamentaria y gubernamental, pero sobre todo, goza del respeto y cariño de sus compañeros de partido en San Luis Potosí.
Así quedó demostrado en la intensa gira de trabajo que realizó el viernes y sábado de la semana pasada en la capital del estado.
No fue complicado para los dirigentes estatales del PRI organizar diversos eventos para promocionar a la que sin duda es uno de sus mejores cuadros políticos. Beatriz Paredes es un imán que atrae diversas audiencias de origen partidista y de la sociedad civil que desean conocer su opinión acerca de las incógnitas de la vida política nacional.
En su estancia por el Valle de Tangamanga presidió encuentros muy productivos con académicos, jóvenes, legisladores y militantes de su partido, mujeres y empresarios. Hizo públicos posicionamientos acerca de la reforma electoral que está promoviendo el presidente de la república y dejó en claro que ese intento de regresión democrática no pasará porque Morena y sus aliados no tienen la mayoría calificada para lograr una reforma constitucional.
A sus compañeros de partido les inyectó ánimo y en especial a sus dirigentes estatales les dio una cátedra de lo que es un liderazgo preparado, comprometido, congruente y honorable; un testimonio de vida de lo que es hacer política lejos de la simulación, las frivolidades, la doble cara, los arreglos en lo obscurito, las prácticas corruptas y el narcisismo que fomentan las redes sociales. En resumidas cuentas, predicó lo que debe ser un partido de oposición digno, un partido de causas ciudadanas y no de intereses facciosos, uno que denuncie los actos de corrupción, comenzando por los que presumiblemente han cometido sus propios gobernantes, legisladores o militantes. Un partido que sea capaz de influir en los temas de la agenda pública, que debata, no que se esconda para no desgastarse, que deje de lado los complejos de culpa y de inferioridad que lo tienen paralizado, que sea contrapeso del poder establecido y que no sea encubridor o comparsa de malas prácticas gubernamentales y de las que muy frecuentemente realiza Alejandro Moreno “Alito”, su dirigente nacional.
Hay partido, lo que hace falta es liderazgo, convicción, congruencia para recuperar las mejores prácticas de lo que fue un partido que olía a pueblo, no a refugio de oportunistas y aventureros.
Beatriz Paredes les dejó dibujada una agenda de salvación a los priistas potosinos, así que habrá que dar seguimiento a los efectos que esta llamada de atención produce en los dirigentes y militantes del priismo local para que de una vez inicien los trabajos de restauración, eso si acaso quieren superar la crisis que los agobia y que los tiene a unos pasos de convertirse en un partido testimonial.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.