Por Victoriano Martínez
Los diputados de la LXIII Legislatura ya se encuentran listos para aprobarle al gobernador Ricardo Gallardo Cardona su Plan Estatal de Desarrollo este jueves con ajustes tan trascendentes como “corregir el nombre de Guardia Estatal Civil a Guardia Civil Estatal, como está en la propuesta de Ley”.
En la Gaceta Parlamentaria para la sesión de este jueves 10 de marzo aparece el dictamen sobre un Plan Estatal de Desarrollo (PED) que deja abiertas las puertas a la aplicación de todos los programas con los que la política clientelar de la gallardía se ha caracterizado.
Además del engañoso cumplimiento de la promesa de placas y licencias gratis, el PED deja habilitado el reparto de garrafones, despensas, becas alimentarias y demás dádivas, sin faltar la obligación de “ofrecer los mejores festivales y actividades culturales del centro del país”.
Por lo demás, el documento aborda los aspectos de la administración pública estatal en términos muy parecidos a los de cada sexenio. Destaca la continuidad que se le da al tema que se reconoce como el de mayor preocupación entre los potosinos, según la Encuesta Estatal de Percepción de la Corrupción (EEPC) realizada por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción (SESEA).
“Por cada persona que considera que la pobreza, desempleo o narcotráfico son graves, dos o más reconocen a la corrupción como grave, por cada persona que considera la contaminación ambiental como problema, ocho son los que identifican de mayor gravedad a la corrupción”, cita el PED los resultados de esa encuesta.
La corrupción no sólo se percibe como el problema de mayor gravedad, sino que para el 88.9% de la población del Estado, los fenómenos de corrupción han aumentado en alguna medida, en tanto que sólo el 2 por ciento de la población consideran que han disminuido.
Un reconocimiento que en términos de diagnóstico y planeación se plasma en el documento con una respuesta lógica: “Fortalecer el papel y funciones del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) en los procesos de diálogo y comunicación, para generar una convergencia de intereses entre los actores gubernamentales y la ciudadanía”.
Un planteamiento impecable, de no ser porque tiene todas las características del arranque sexenal de Juan Manuel Carreras López cuando desde su discurso de toma de protesta enarboló la bandera de la lucha contra la corrupción y la impunidad para, durante todo el sexenio, dejar constancia de que se trató pura simulación.
Si a Carreras López la creación del Sistema Estatal Anticorrupción le dio materia suficiente para aparentar interés en el combate a la corrupción por seis años, todo indica que Gallardo Cardona le dará continuidad a esa maniobra carrerista.
Una cosa es establecer en el PED como línea de acción fortalecer al SEA y otra muy distinta concretarlo en los hechos, tanto presupuestalmente como en las actitudes.
El SEA contó durante 2021 con un presupuesto anual de ocho millones de pesos. Para este año el Secretariado Ejecutivo estimó necesarios 12 millones de pesos para atender las obligaciones que aún tiene en puerta para completar la Plataforma Estatal Digital, que hoy sólo tiene uno de los seis módulos de información que para prevenir actos de corrupción se debe hacer pública.
No obstante, para este año, la forma de fortalecer al SEA que encontró Gallardo Cardona es mantenerlo con el mismo presupuesto.
Si con la limitación presupuestal contradice la línea de acción planteada en el PED, Gallardo Cardona exhibe además su falta de compromiso con las obligaciones legales que le corresponden en torno al Sistema Estatal Anticorrupción.
En la Plataforma Estatal Digital el único módulo de información disponible corresponde a la Declaraciones de Situación Patrimonial y de Intereses. Si Gallardo Cardona de verdad quisiera fortalecer al SEA, desde noviembre habría publicado sus declaraciones, pero está por cumplir tres meses de que se venció el plazo para que lo hiciera, y sigue sin publicar esos documentos.
La señal es clara, y la marcó Carreras López desde el 26 de septiembre de 2015: en combate a la corrupción y a la impunidad todo debe ser simulación. Gallardo Cardona, con un Congreso estatal sumiso, fiel a la herencia maldita comenzó a dar continuidad a una lucha anticorrupción de papel… para actuar libremente en sentido contrario.
