Por Victoriano Martínez
Hoy se instala la LXIV Legislatura. Llega con una advertencia por parte del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, y una recomendación por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la primera en la historia para el Poder Legislativo.
Gallardo Cardona se pronunció por que los nuevos diputados entren con ganas y le entren a los “temas polémicos”.
“Con las decisiones polémicas muchas veces las patean, muchas veces les sacan la vuelta y bueno, esperemos que el Congreso que llega le entre con todas las polémicas”, expresó el gobernador.
Previamente había calificado el trabajo de los legisladores salientes con una calificación de 8, la que justificó con una especie de reproche por no haber aprobado una de sus ocurrencias.
“Yo creo que quedaron muchos pendientes y muy controvertidos, como el tema de la castración, pero creo que en esencia les fue muy bien”, dijo Gallardo Cardona.
Una forma indirecta de advertirle a los diputados de la LXIV Legislatura que tendrán que verse más sumisos que sus antecesores, no sacarle a la vuelta a las ocurrencias que les pida que las conviertan en decreto legislativo, so pena de perder puntos en el reconocimiento que les pueda dar.
En la lógica de la maldición del Poder Legislativo potosino, por la que cada Legislatura que llega supera a la anterior como la peor de la historia, todo está listo para que la cumplan con creces, al contar con la primera instrucción por parte del personaje que se expresa dispuesto a someterla aún más que a la que se va.
¿Cuántas iniciativas sorpresivas e inverosímiles será capaz de generar Gallardo Cardona en los próximos tres años para enviarlas al Congreso del Estado con la rúbrica ¡éntrenle, no le saquen la vuelta!?
Los 27 diputados que hoy tendrán la sesión preparatoria de su primer periodo de sesiones como LXIV Legislatura reciben además una herencia de último momento: la primera recomendación de la CEDH al Congreso del Estado con un tema delicado: la atención a las víctimas.
La recomendación se origina por la agresiva atención que le dio el diputado Eloy Franklin Saravia a María de Jesús Almendárez Prieto, víctima registrada en la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas, a quien no sólo no se negó a escuchar, sino que la calificó como “bala perdida” y de no ser una víctima, sino de ser una mujer chantajista.
En una reunión de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del Estado en la que participó Almendárez Prieto, en un primer momento Franklin calificó de falsa la acusación y aseguró tenerla grabada, para momentos más tarde negar que la había grabado.
De aquel incidente, los legisladores que hoy se instalan heredaron la recomendación que les pide la reparación integral del daño conforme a la Ley de Atención a Víctimas para el Estado de San Luis Potosí, así como la implementación de medidas que garanticen la no repetición de los hechos.
Además, tendrán que crear un protocolo para la atención de víctimas de violaciones a derechos humanos y delitos. Los diputados recién llegados tendrán que participar en una capacitación en temas de derechos de las víctimas, seguridad jurídica y legalidad.
A menos que comiencen su periodo con la determinación de no aceptar la recomendación de la CEDH, lo que de entrada los colocaría como una Legislatura insensible a la que poco le importa contar con un protocolo de atención a víctimas ni estar capacitados para su atención y asesoría, independientemente de trabajar en la reparación del daño a Almendárez Prieto.
Hoy se instala la LXIV Legislatura, con el presagio, a cargo de Gallardo Cardona, de cumplir la maldición de convertirse en la por de la historia, por muy alta que hayan dejado la vara sus antecesores, y el reto, con la recomendación de la CEDH, de dar una primera señal de voluntad para trabajar en favor de las víctimas.