LXXIX Congreso y Campeonato Nacional Charro San Luis Potosí 2023, entre amistades y complicidades

Por Victoriano Martínez

El LXXIX Congreso y Campeonato Nacional Charro San Luis Potosí 2023, a desarrollarse desde hoy y hasta el próximo 3 de diciembre, quedó inaugurado –entre amistades y complicidades– anoche en una ceremonia realizada en el Teatro de la Paz.

Atrás quedó la historia de la sede frustrada Arena Potosí, pero no la forzada justificación de que se trata de una inversión para contar con un espacio para grandes eventos deportivos y de espectáculos, como si enfrente no existiera el Domo, con un aforo similar.

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona lamentó que, a pesar de haberlo intentado con mucho esfuerzo, no se haya concluido la obra de la Arena y, a manera de consuelo, aseguró que se logrará que las grandes giras internacionales por México ya no sólo serán en tres ciudades, porque ahora serán en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey…¡y San Luis Potosí!

Con una extraña metáfora –que llamó dicho y hasta anécdota– quiso reconocer y agradecer a José Antonio Salcedo López, presidente de la Federación Mexicana de Charrería, que con Arena y sin Arena, lo apoyara para mantener la sede del evento en el Estado, y lo comparó con una muy peculiar “prueba de amistad”.

“Oye, acabo de matar a un cabrón, qué hago, vente, ayúdame. (Por eso les digo que no es literal, ya están las cámaras así. Mañana en el noticiero). Y el amigo que en verdad es tu amigo… bueno, no falta el que te habla y te dice o te contesta ya voy para allá o sabes qué ya te mandé un abogado, el más chingón de todo México, te lo voy a mandar al abogado pa´que te ayude.

“Bueno, es un amigo… medio, medio, ¿no? Se hace wey, decimos allá en el rancho. Pero hay otros que te hablan y te dicen ¿sabes qué? Ya voy con la pala pa´enterrarlo, ya voy para allá. ¡Esos son los amigos chingones!”, expresó para luego agradecer a Salcedo López haber tomado la pala.

Una metáfora en la que, independientemente de que se haya ejemplificado con un homicidio (la sangre no es lo que cuenta como manifestó temer que se le malinterpretara), describe algo muy distinto a la amistad: complicidad. Una complicidad enfocada a lo ilícito, por el grado preocupante de encubrimiento.

¿Cuántos de esos “amigos chingones” tiene Gallardo Cardona y para cuántos asuntos en los que interviene?

No hay la menor duda de que la complicidad con Salcedo López nada tuvo que ver con hechos de sangre, pero que algo no muy legítimo quedó encubierto, debió quedar. Si no, no habría habido protestas por el cambio de sede de última hora, incluso con la necesidad de una sesión extraordinaria de la Federación el 21 de octubre en la ciudad de Querétaro.

Un vistazo rápido al Estatuto de la Federación Mexicana de Charrería, A.C., deja ver algunas cuestiones que debieron dejar pasar y que posiblemente hayan sido los motivos de las inconformidades.

De entrada, el calendario de actividades excede el periodo contemplado para la realización del evento. El artículo 155 dice que “los Campeonatos Nacionales deberán convocarse conjuntamente con el Congreso Nacional y llevarse a cabo anualmente, debiendo terminar antes de la segunda quincena del mes de noviembre”. El 3 de diciembre es después. Falta menos, pero falta al fin.

No se tiene conocimiento de que la comisión revisora de sedes haya verificado el cumplimiento del cuaderno de compromisos, sobre todo con relación a que, de no cumplir con las condiciones, “la Asociación o Asociaciones aspirantes a sede y las consideradas como subsede, lleven a cabo el evento en cuestión, en su caso” (Artículo 137, fracc. VIII).

Es muy probable que los charros inconformes puedan ampliar la lista de los aspectos ante los que se tuvieron que hacer de la vista gorda para mantener la sede para cumplir el capricho de Gallardo Cardona, que podría ahora buscar una concesión más: que San Luis Potosí repita como sede para el XC Congreso y Campeonato Nacional Charro San Luis Potosí 2024, ahora sí en la Arena Potosí.

Una determinación que implicaría encubrir una falta más al Estatuto, que señala que la sede se define con dos años de anticipación. ¿A quién tendrían que quitarle la sede? No fue posible localizar el dato sobre la sede del próximo año.

Peor aún, la fracción III del artículo 155 del Estatuto señala que “no podrá repetirse la celebración del Campeonato Nacional en una sede antes de transcurrir cuatro años de efectuado dicho campeonato en la misma sede”.

Es decir, cuando menos hasta noviembre de 2027 –cuando Gallardo Cardona ya no sea gobernador– el Estado podría volver a ser sede del evento… a menos que la complicidad alcance para pasar por encima del Estatuto.

Skip to content