Abelardo Medellín
“Tienes dinero, tienes justicia; no tienes dinero, la mendigas y te denigran como mujer […] yo ya he estado muerta en vida desde que perdí a mi hijo”, lamentó Silvia Castillo Hernández, quien se manifestó la tarde de este viernes 23 de abril en las oficinas del Poder Judicial del Estado para exigir justicia por el asesinato de su hijo Alan Francisco Ibarra Castillo.
Castillo Hernández dijo a los medios que la protesta de este viernes responde a que un juez estatal liberó al asesino de su hijo, bajo el argumento de que se habían violado los derechos del imputado por una falta en el debido proceso.
Recordó que la últimas vez que se manifestó en la Fiscalía General del Estado (FGE), gente de la corporación le externó que ya se habían girado las órdenes de aprehensión contra los copartícipes del asesinato de su hijo: “porque gracias al vicefiscal ya se fue uno de los asesinos de Alan, ya se fue, está en Estados Unidos y el único que había agarrado lo soltaron”, reclamó.
Advirtió que la liberación del asesino de su hijo fue sustentada en que, al momento de girar una orden de cateo, “la mamá no la firmó, entonces se meten los ministeriales y yo no sabía que tenía que tener testigos y pusieron ahí dos estatales de testigos, y me pregunto ¿cuántos agarran sin orden de cateo?, pero a este lo dejaron libre porque la madre no quiso firmar”.
La madre de Alan Ibarra Castillo señaló que fueron tres personas las involucradas en el caso de su hijo y estos sujetos fueron abordados en calidad de víctimas.
“Los hechos pasaron el 23 de marzo de 2019 […] no es posible que la Comisión de Víctimas no me dijo cuáles eran mis derechos, me pusieron unos abogados que no sirven para nada, nunca defendieron mi causa y ¿Cómo es posible que yo haya pedido al ministerio público las sábanas, las cámaras y lo pedí yo? […] me decían ‘manda a tu abogado pendejo’, porque ellos no hacen nada, nada más revictimizan a uno”.
No es la primera vez que Silvia Castillo se manifiesta para exigir justicia; el 30 de octubre del 2020, ingresó a las oficinas de la Fiscalía General del Estado sin ropa, para ejercer presión a las autoridades que no habían dado resultados para su caso.
Semanas antes de su manifestación en la FGE de San Luis Potosí, se había manifestado por igual en las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en Ciudad de México e incluso logró hablar con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Pese a su larga búsqueda de justicia, al día de hoy dice estar lejos de encontrar los resultados que espera de parte de la autoridad.
