Chilpancingo, Guerrero (09 de agosto de 2016).- Al principio no decían mucho, pero conforme pasaron los días y fuimos platicando con ellas se soltaron y nos contaron que fueron vendidas ya no por sus padres, como antes se acostumbraba, sino que ahora las mujeres son vendidas por sus propias madres, Patricia Aldavera.
En entrevista, una de las precursoras de la Fundación Origen aseguró que en Guerrero, ante la migración de los hombres hacia Estados Unidos, las mujeres indígenas han tomado los roles de sus maridos y han comenzado a vender a sus propias hijas.
Ella y un grupo de colaboradores de la fundación estuvieron auxiliando a un grupo de mujeres del municipio de Tlapa, Guerrero, en donde, afirmó, no se esperaron encontrar historias como las que finalmente les contaron las indígenas.
A decir de la también coordinadora operativa del Centro Casa Origen, el 30 por ciento de los casos de mujeres que trataron aseguró haber sido venida por su madre para que contrajera matrimonio.
“Ellas no sabían que podían elegir casarse o no, o con quién hacerlo, ahora lo saben, conocen sus derechos. Ellas mismas pugnan porque sus hijos tengan otras oportunidades, que estudien, por ejemplo, pero si se quieren casar, sean ellos quien escojan con quién”, aseguró Aldavera.
Fundación Origen trabaja con población rural e indígena mixe, mixteca, mazahua, nahua, cora, meph´a y huichol a través de seis Centros Casa Origen; dos en Guerrero, uno en Nayarit, dos en Puebla y uno más en el Estado de México.
“Trabajamos en dos sectores, la línea telefónica de ayuda y los centros comunitarios. En estos centros realizamos talles y pláticas en los que las mujeres comienzan a tomar conciencia de sí mismas, empiezan a creer en ellas mismas, en su potencialidades y cómo mejorar su comunicación, su autoestima”.
Y aclaró, “lo que hacemos es platicar con ellas, dejarlas que hablen, que se comuniquen y que se apoyen unas a otras, que conozcan sus derechos”.
Patricia Aldavera explicó que dentro de los talleres también se impulsa el desarrollo de proyectos productivos para la elaboración bordados y tejidos, cestería de palma, artesanías, alimentos, tés orgánicos y jabones artesanales para que las mujeres puedan vender sus productos a precios justos y así mejorar su economía familiar.
Actualmente, Pro Ayuda a la Mujer, Origen, A.C., realiza trabajo con 30 grupos indígenas. Fue impulsada por Mariana Baños en 1999 y hoy, a 17 años de su creación, ha prestado auxilio a poco más de un millón de mujeres tanto con asesorías legales y psicológicas como con talleres de desarrollo humano e impulso económico.
“Creemos que las mujeres son el origen del cambio y para lograr un cambio en nuestro país, para hacer un México diferente, se requiere fortalecer y empoderar a las mujeres. Ahorita estamos trabajando mucho en sus sueños, y yo ya las veo volar”, aseguró Aldavera.
Fuente: Informador.