Por Victoriano Martínez
Mientras Jonathan Abraham Quintero García, presidente del Consejo Hídrico, advertía que los beneficios de las lluvias serán insuficientes en tanto no haya una gestión eficiente del agua, el alcalde Enrique Galindo Ceballos volvió a incumplir otro anuncio relacionado con medidas presuntamente para mejorar ese servicio público.
El 7 de diciembre de 2023, durante el acto en el que se firmó el Acuerdo del Agua mediante el que aplazaron la entrega de Aguas del Poniente Potosino por ocho meses, que incumple la fracción V de las Obligaciones de la empresa establecidas en el dictamen del Cabildo que se la otorgó en la sesión del 23 de diciembre de 2008 (página 12) y viola la Ley de Aguas del Estado, el alcalde ofreció informar todos los detalles.
Pasaron los días y Galindo Ceballos se olvidó de su promesa. Ni siquiera fue capaz de publicar el documento completo de lo que llamaron Acuerdo del Agua que en realidad fue una especie de pacto para prolongar las irregularidades en la explotación de la concesión otorgada el 23 de diciembre de 2008.
Aguas del Poniente mantuvo la operación y el cobro del servicio de agua potable en la zona concesionada, el Ayuntamiento continuó sin recibir un solo centavo de contraprestación y Galindo Ceballos mantuvo en la opacidad las acciones acordadas, por ejemplo, en cuánto se estimó la deuda de la concesionaria por no pagar la contraprestación obligada durante 15 años.
El 19 de agosto, con su promesa de diciembre incumplida y como si no hubiera existido, Galindo Ceballos anunció que el 23 de agosto concluiría la entrega de la concesión al Ayuntamiento y ese día se daría a conocer toda la información relacionada con ese procedimiento.
La promesa tenía fecha específica para su cumplimiento, pero no se dio. A los 18 días, Galindo Ceballos reincidió en su promesa casi con un ahora sí “en los próximos días daremos un informe financiero y detallaremos el estado en que se encuentra la situación del agua”.
Hace una semana, el viernes 4 de octubre, aseguró que para el lunes 7 nombraría al titular de la nueva Dirección del Agua u daría a conocer un informe sobre el proceso de transformación de Aguas del Poniente, el estado de los pozos entregados y los bienes muebles e inmuebles que formaban parte del patrimonio de Aguas del Poniente.
Al hacer ese anuncio, aseguró que ya se tiene contemplado el presupuesto para esa nueva dirección. No obstante, en el Presupuesto de Egresos del Ayuntamiento de la capital publicado en el Periódico Oficial del Estado no aparece la Dirección de Agua. ¿Acaso es la razón por la que incumplió su anuncio?
Aseguró que la semana que hoy termina presentaría un informe detallado sobre Aguas del Poniente, especialmente sobre lo relacionado con los 15 años de operación sin pago de la contraprestación porque se ha llegado a un acuerdo sobre el pago de la deuda pendiente que esta entidad mantenía con el Gobierno Municipal.
“Es importante que la población conozca todo lo que se ha recibido, ya que es un proceso significativo para la ciudad”, aseguró Galindo Ceballos como si no hubieran pasado más de diez meses del Acuerdo del Agua sin que haya dado el más mínimo indicio de que quiera atender la importancia de que la población conozca la información.
Si en algo tan elemental para lo que sólo se requiere voluntad y vocación como servidor público, que es informar a la población sobre sus actos, Galindo Ceballos es incapaz de honrar su palabra, ¿qué se puede esperar sobre las gestiones de fondo ante las que debe sacrificar su enfermiza proyección de imagen?
“No se han llevado a cabo acciones en el presente ni históricamente integrales, de políticas públicas, de tecnologías, de nuevas infraestructuras que realmente vayan dirigidas a resolver la desigualdad en el acceso al agua en los sectores, sobre todo vulnerables al norte y oriente de la ciudad, y acciones en torno a aportar a las soluciones al cambio climático de manera, local o regional”, advirtió Quintero García.
Sin duda un planteamiento ante el que es previsible la reacción de Galindo Ceballos si la evaluara con su equipo de promoción de imagen:
¡Es demasiado pedir!, exclamaría para enseguida pedir que se desarrolle una estrategia con una narrativa en la que figure como héroe no como auténtico gestor para mejorar el servicio, por ser algo que exige lo que no está dispuesto a dar.