Cancún, Quintana Roo (21 de enero de 2016).- A sólo cinco minutos de la zona hotelera de Cancún, frente a la laguna Nichupté, será construido el Malecón Tajamar, un polémico desarrollo inmobiliario y comercial, justo sobre el manglar en el que, hasta este sábado, se podían ver cocodrilos en su hábitat natural.
El ambicioso proyecto, impulsado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), contará con cinco mil 96 unidades de alojamiento, entre viviendas y zonas comerciales, dos mil 607 viviendas residenciales, tendrá infraestructura deportiva y cultural, una ciclopista, un embarcadero público y hasta una basílica.
La basílica Santa María del Mar tendrá una arquitectura contemporánea, con capacidad de albergar hasta dos mil feligreses. Contará con jardines y una hermosa vista hacia la laguna.
El desarrollo turístico contará con una “ubicación envidiable”, según como lo presumen los mismos desarrolladores en su página de internet http://www.tajamarcancun.com.
Desde hace 10 años el desarrollo había sido cuestionado por distintas organizaciones ecologistas, las cuales aseguran que desde 2005 estaba prohibido modificar la zona de manglares, pero aun así el proyecto recibió el visto bueno y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el proyecto.
La organización, creada para defender la zona, Salvemos Manglar Tajamar, ha sido la encargada de denunciar que desde el pasado fin de semana decenas de maquinarias habían ingresado a la zona para arrasar con todo a su paso, resguardadas por elementos de la policía municipal.
A la lucha se han sumado organizaciones de la sociedad civil como Greenpeace o el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) en Cancún.
“Greenpeace México condena la destrucción del manglar de Tajamar y exige a las autoridades federales y estatales detener estas obras que atentan contra el ecosistema hasta que no se resuelvan y transparenten los procesos y recursos interpuestos por la sociedad civil”, se puede leer en su página electrónica.
La defensa del manglar unió a un centenar de ciudadanos, quienes acudieron a protestar en contra de la devastación de la zona y acusan como responsables del ecocidio al Gobernador Roberto Borge Angulo y a Paul Michell Carrillo de Cáceres, Presidente Municipal de Benito Juárez.
Al respecto, el gobierno del estado se justificó y detalló que la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), que depende de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), concedió una Manifestación de Impacto Ambiental a favor del proyecto, vigente hasta febrero de este año.
Un respiro.
Este miércoles, un juez otorgó una suspensión provisional “para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan”.
“Se suspenda cualquier tipo de acto que implique la ejecución de remoción de cualquier tipo de vegetación así como el relleno con material pétreo en la zona denominada Malecón Tajamar”, se puede leer en el documento.
La organización creada para la defensa del manglar lo calificó como “un momento de felicidad”.
“Sin embargo, sabemos con quién estamos tratando!!! Y NO vamos a bajar la guardia!! (sic)”.
Fuente: La Silla Rota.
