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María Reyna González, mujer indígena oaxaqueña y poseedora de una voz soprano comparte los sonidos de la lengua mixe, promueve la riqueza cultural de su entidad y de México: ha compartido el escenario de la explanada de Bellas Artes junto a Natalia Lafourcade y Ana Díaz.
Fue invitada para cantar en al Alcázar del Castillo de Chapultepec, dentro de la entrega del premio Nezahualcóyotl de Literatura, en 2014.
En 2016, la música y la lengua mixe llegaron a Chile bajo la garganta de María Reyna: se presentó el 20 de octubre en la Feria Internacional del Libro en Santiago. En 2017 grabará su primer disco y tiene una propuesta de llevar los sonidos de su lengua materna a varios puntos de Nueva York, Estados Unidos y espera que se dé la oportunidad.
“Nací en Santa María Tlahuitoltepec, Sierra Norte de Oaxaca. Me gustaría que la gente viera que sí hay mucho que aprender cuando uno canta, lee cuentos, declama poesías; con mi canto yo quiero transmitir que respetes, que valores tu lengua materna”, asegura la mujer de 26 años.
Su mayor deseo es que con su canto, los niños, jóvenes y adultos comprendan la importancia de rescatar las lenguas originarias de sus comunidades y así evitar que desaparezcan. A los ocho años edad descubrió su pasión y el talento por la música. Cuando se encontraba estudiando la educación básica tuvo curiosidad por experimentar algo nuevo.
“Es donde empieza todo: entré a un coro, me escogieron como solista porque a mi maestro le gustó mucho mi voz que destacaba en las voces entre todos los niños”, y aunque en su casa no había tradición musical, María Reyna comenzó a cantar en restaurantes, bodas, fiestas de 15 años, y con lo ganado sufragaba gastos escolares y del hogar.
Cuando la secundaria, rompió con la tradición de casarse con un hombre de la comunidad para dedicarse al hogar y formar una familia. Sus padres no la podían ayudar para que continuase con la preparación media superior y superior, por lo que la cantante oaxaqueña se trasladó a la Perla Tapatía, Guadalajara, para trabajar como empleada doméstica.
Cubrió los gastos para concluir sus estudios de preparatoria e iniciar la licenciatura.
Le fue difícil llegar a la ciudad porque no hablaba español. A los 19 años de edad comenzó de manera profesional, tomando clases de vocalización y solfeo con el maestro Joaquín Garzón. En el año 2012, la voz de María Reyna llegó a más personas gracias a un video que se subió a Internet y en el que interpreta una canción a su madre.
“He visto gente llorar, he visto gente que escucha algún concierto mío, me dicen ´gracias, no entiendo lo que dices (…) pero sí me llegó en el corazón´ y es algo que se agradece”, al mes siguiente de haber publicado ese video, fue contactada para ofrecer su primer concierto como Opera Mixe en el Teatro Juárez de Oaxaca, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer.