Marko no tiene mérito y Ruth González… tampoco

Abelardo Medellín

Qué acertada fue la Senadora Ruth González Silva al convertir un debate al interior del senado, en un concurso de legitimidad, en el cual ella imagina que su puesto vale más por haber llegado a él por la vía del voto… ojalá hubiera ido más lejos, ojalá hubiera confesado cómo obtuvo esos votos, esos mal habidos, costosos y coaccionados votos.

Durante la discusión de la iniciativa presidencial anti nepotismo en el senado, la intervención del senador panista Marko Cortés provocó la iracunda respuesta de la senadora del PVEM, Ruth González, quien ante las alusiones del senador contestó:

“En San Luis Potosí obtuve 526 mil votos; y tú eres plurinominal, en donde el pueblo no te eligió, a diferencia de una servidora, el pueblo me eligió porque así lo quiso”.

En el fondo de esta declaración residen al menos dos imprecisiones; en primer lugar, no fueron 526, fueron un tanto menos y, en segundo lugar, es muy valiente de parte de cualquier candidato del Partido Verde en San Luis Potosí decir que fue electo porque el pueblo “así lo quiso”. No es así.

A dos años de la próxima elección, es un buen momento para que los funcionarios y candidatos del Verde abandonen el autoengaño y afronten la verdad: fuera del gobernador Ricardo Gallardo Cardona y un puñado de perfiles medio competentes, la gran mayoría de las huestes oficialistas tienen menos carismas que una piedra y carecen de capacidad de competir en una campaña justa.

Aún más grave. De entre todos los desangelados candidatos que recibieron el beneplácito de ser apadrinados por el gobernador en sus aspiraciones políticas, no hay uno solo que se haya beneficiado tanto de la maquinaria electorera como se benefició Ruth González.

Los artificios, fraudes, intimidaciones, acuerdos tácitos y acuerdos obligados que ejerció el gobierno de Gallardo Cardona para impulsar la candidatura de su esposa en el 2024 podrían llenar al menos dos libros que se convertirían en clásicos de la infamia pública, sin embargo, en este espacio repasaremos los antecedentes más notorios.

Para empezar: la campaña que nunca cesó. Desde que inició el gobierno, la imagen de Ruth González como presidente del DIF fue inflada (con dinero y recursos humanos) para comenzar a parecer una cara candidateable y no solo la encargada de un organismo con poco potencial. Tan descarada era la intención de usar al DIF como trampolín electoral, que el gobierno concentró sus programas sociales en la quimera DIF-SEDESORE y después hizo que las delegaciones para entrega de programas sociales, empataran perfectamente con la división en distritos electorales del Estado. ¿Así o más obvios en su intención de convertir una despensa en un voto?

Luego vinieron las promociones desmedidas, como la desplegada durante la edición 2023 de la Feria Nacional Potosina, en la que justo a la entrada del sitio, se colocaron paneles gigantes y pantallas con video-propaganda, que mostraban a Ruth González como la extensión del clientelismo Gallardista. Una madrina para acompañar al padrino.

Ya cerca de la campaña, el gobierno desplegó un ejército de Influencers, a quienes pagaron con “becas” a través del Instituto Potosino de la Juventud y el Instituto Potosino del Deporte, para promocionar a la senadora, impulsar al Partido Verde y publicitar acciones de la administración. Al parecer, como la aspirante al Senado no logró la meta de convertirse en una Influncer para la fecha requerida, tuvieron que recurrir a los servicios de una decena de creadores de contenidos para hacer el trabajo sucio digital.

Cuando por fin llegó la campaña, el aparato de gobierno y su engranes estaban alineados con las mismas obscuras intenciones. Los camiones tenían pegada la propaganda y los rostros de la candidata; los transportistas en Real de Catorce estaban amenazados; SEGE, SER y COBACH organizaban eventos para cuadrar a sus profesores a favor de González Silva; la burocracia era coaccionada cada día para apoyar el movimiento; las becas, que tanto se presumía eran para el pueblo, se entregaban con la dedicatoria siniestra de la familia de palacio.

¿Cuál hubiera sido un potencial error para la candidata?, tener un discurso propio. La gran equivocación habría sido recurrir a la inventiva y correr el riesgo de caer en un tema que no pudiera manejar o salirse del huacal que con tanto populismo Gallardo Cardona había construido.

Sin embargo, si el gobierno ya le había dado a la candidata dinero, promoción, recursos varios e inclusos votos seguros, ¿por qué no darle también el mismo discurso vacío del “apoyo” ? Y así fue. Evento tras evento, se podía escuchar a la candidata presumir las mismas obras, los mismos logros, los mismos programas sociales, las mismas becas alimentarias, que en eventos oficiales presumía el gobernador.

Había momentos en que era imposible distinguirlos; y los periodistas no sabían cual era la diferencia entre un acartonado boletín de gobierno y una transcripción exacta de un discurso ofrecido por la candidata.

González Silva demostró que para el continuismo político que representaba su candidatura, la única estrategia posible era reiterar que el gobierno ya hacía bien las cosas. Es decir que, por alguna razón mágica y burda, si ella llegaba al senado, en San Luis Potosí las cosas seguirían igual, pero, de alguna forma, serían mejor. Un sin sentido que, a todas luces, ni ella creyó.

El resultado fue exitoso y se logró el cometido: que Ruth González obtuviera un cargo de presentación estatal, que le diera la excusa perfecta para regresar a su estado, hacer giras en los municipios y seguir su campaña eterna por el gran siguiente cargo. Así ha sido, González Silva tiene bajo su responsabilidad una senaduría y al mismo tiempo se le ve cada semana en eventos en los municipios. No podrían ser más predecibles.

Con toda esa historia de desprestigios y vergüenzas acumuladas para la historia política de nuestro estado, la senadora se jacta enérgicamente de haber llegado a donde está por la obra y gracia de los votos desinteresados; como si no hubiéramos visto cientos de veces (y de hecho ocurrió una vez más este mismo jueves 27 de febrero) a su esposo el gobernador, casi amenazando a la ciudadanía, al decirles que perderían apoyos y beneficios si no votan por los suyos.

“¿Quieren que se cobre la FENAPO?, ¿eso quieren?”, le expresó el gobernador a su público en un evento el día de ayer.

En este ambiente enrarecido por acusaciones de nepotismo futuro, en el que no se ha señalado lo suficiente el nepotismo presente, solo queda aclarar que, si bien el cargo de Ruth González dice “Senadora por Mayoría Relativa”, en realidad la potosina es una plurinominal con pasos extras, una Senadora de representación proporcional que no representa a sus votantes, sino a su partido y al grupo político que con tanto dinero público le ayudó a estar ahí.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

Skip to content