Francia (21 de junio de 2016).- Ser madre era incompatible con la vida amorosa que tenía con su pareja. Es el motivo por el que Fabienne Kabou, de 39 años, dejó que su bebé de 15 meses fuera arrastrado por la marea.
El cadáver de la pequeña fue hallado por varios pescadores y gracias a la investigación se dio con el paradero de la madre. La mujer, una estudiante de Filosofía, tenía “fuertes influencias con la brujería senegalesa”, según las declaraciones del juez que publica el diario Mirror.
“Puse fin a su vida porque era lo más fácil” declaró ante el juez. La niña, hija de su actual pareja, había nacido en la casa familiar y nadie, ni siquiera la abuela de la niña, conocía su existencia. El caso, que conmocionó a Francia, aún sigue investigándose.
Fuente: El Diario México.