Florida, Estados Unidos (07 de octubre de 2016).- Tras su letal paso de Matthew por Haití, país en el que dejó al menos 283 muertos, el poderoso huracán se dirigió rumbo a la costa este de Florida, en Estados Unidos, con vientos de más de 220 kilómetros por hora.
Los expertos se refieren a Matthew como la tormenta potencialmente más peligrosa desde Andrew, que impactó hace 24 años en Florida. En ese entonces dejó una estela de devastación a su paso y mató a 65 personas.
Esto lo convirtió en un huracán “extremadamente peligroso” de categoría 4 de 5 en la escala Saffir-Simpson.
El presidente estadunidense, Barack Obama, anunció el estado de emergencia en Carolina del Sur y un plan de ayuda federal a Florida, lo que permite desbloquear rápidamente recursos de asistencia y que las agencias de seguridad interior (DHS) y de gestión de situaciones de emergencia (Fema) coordinen las labores de socorro.
Ayer se preveía que el huracán llegara a Florida durante la madrugada de hoy, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, activó a dos mil 500 miembros de la Guardia Nacional. “Nos preparamos para lo peor”, indicó.
Alrededor de 1.5 millones de residentes de Florida recibieron la orden de evacuar, así como más de un millón en Carolina del Sur. Y Georgia, donde se espera queMatthew llegue mañana, también ordenó evacuar a los habitantes de seis condados de su litoral.
Las carreteras de Florida, Georgia y Carolina del Norte y del Sur estaban congestionadas y los suministros escaseaban en las estaciones de servicio y tiendas de alimentos antes de la llegada del huracán. En tanto, los refugios del este de Florida están abarrotados.
Más de dos mil vuelos fueron cancelados hasta hoy debido a Matthew.
De acuerdo con el sitio Flightaware.com la mayor parte de los vuelos fueron cancelados desde el miércoles en los aeropuertos de Florida, en Miami, Fort Lauderdale, Palm Beach, Orlando y Sanford. La cifra incluye mil 400 vuelos entre miércoles y jueves, y mil 100 para hoy.
En un gesto poco frecuente, los parques temáticos y acuáticos de Walt Disney World, entre otros de la cadena, permanecerán cerrados hoy, indicó la empresa.
Haití pide ayuda.
El presidente interino de Haití, Jocelerme Privert, pidió ayuda internacional para atender a las decenas de miles de damnificados y reparar los cuantiosos daños causados por Matthew.
Alrededor de 80% de los edificios de Jeremie, la capital del departamento meridional de Grande Anse en Haití, de 30 mil habitantes, fueron arrasados al paso del huracán Matthew, afirma la ONG Care en Twitter.
El Banco Mundial informó que envió a Haití un equipo de expertos para evaluar los daños. Su presidente, Jim Yong Kim, dijo que la entidad usará fondos de operaciones existentes para ayudar en las labores de desescombro.
En su paso por el Caribe, Matthew causó también cuatro muertes en República Dominicana, donde más de 36 mil 500 personas fueron evacuadas.
La tormenta ‘Nicole’ ya es huracán.
La tormenta tropical Nicole alcanzó categoría de huracán frente a territorio de Bermudas, en el Atlántico, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Nicole se ubica a unos 555 kilómetros al sur de Bermudas y a unos 995 kilómetros al norte de San Juan de Puerto Rico, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora, indicó el NHC.
El pronóstico para el huracán es que podría fortalecerse hoy, publicó el NHC en un comunicado.
Durante esta temporada de huracanes en el Atlántico se han formado 14 tormentas tropicales, de las que cinco se han convertido en huracanes (Alex, Earl, Gastón, Hermine y Matthew), que han causado varias muertes, incluidas 283 tan sólo en el territorio haitiano.
Pierde su hogar, pero salva su vida.
El pescador Heneydis Suárez buscó refugio para salvarse con su familia de una probable muerte. Lo logró, pero ahora contempla atónito la contracara de la decisión: su casa de madera está en ruinas por la furia del huracán Matthew.
De 41 años, Suárez vivía en Carbonera, una pequeña comunidad de pescadores de Guantánamo, provincia del extremo oriente por donde Matthew cruzó el martes.
Los vientos eran apocalípticos. El mar amenazaba con aplastarlo todo. Curtido por el sol, Suárez decidió tomar a su esposa Yuliani Matos, de 32 años, y dos hijos y resguardarse en una casa de una vecina, que “es mucho más resistente”.
En Cuba, un país castigado habitualmente por ciclones, la solidaridad obra como seguro de vida.
Junto con la capacidad probada de las autoridades para enfrentar estos fenómenos, los isleños acostumbran a abrir sus casas para que los más vulnerables encuentren refugio preventivo.
Tras el violento paso de Matthew, la noche del martes, Suárez regresó a su hogar casi una día después para percatarse que el huracán barrió con su propiedad.
La casa de tablas y techo de hojas desapareció junto con las de otros vecinos.
“Cuando llegamos nos tropezamos con este destrozo. Eso es espantoso” y ahora “nos encontramos en esta situación, que es difícil”, se conduele el pescador.
Hasta ahora, Cuba no reporta víctimas por el descomunal castigo del ciclón, pero los daños son enormes y recién empiezan a ser cuantificados.
Baracoa es el punto más afectado y permanecía incomunicado por vía terrestre.
“Somos familias pobres, no tenemos condiciones para vivir y ahora no tenemos ni agua ni comida”, comenta Suárez.
El hombre y los suyos pasarán los siguientes días en la casa de un hermano, a la cual llevará dos ventiladores, una caja con ropa, zapatos y juguetes empapados.
Fuente: Excélsior.