Fernanda Durán
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aumentó el pronóstico de crecimiento de la economía de México, pues prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 2.5 por ciento en 2022, 0.4 por ciento más que lo estimado el pasado mes de septiembre.
En el informe de la OCDE, “Perspectivas Económicas, noviembre 2022”, para 2023 las proyecciones pasaron de 1.5 a 1.6 por ciento, y para 2024 son de 2.1 por ciento debido al consumo interno respaldado por el progreso del mercado laboral.
No obstante, la inflación y la desaceleración que se espera en Estados Unidos serán un obstáculo.
La organización detalló que a pesar del crecimiento durante los primeros tres trimestres de 2022, indicadores económicos de alta frecuencia muestran una disminución de la actividad en algunos sectores, así como las exportaciones.
“La producción de minería y construcción se contrajo recientemente, aunque la producción de automóviles sigue resistiendo, gracias a la relajación de las restricciones de suministro”, describe el reporte.
Además, explicó que las exportaciones se beneficiarán de una integración en las cadenas de valor manufactureras, específicamente en los sectores de la electrónica y la automoción, pero sufrirán un crecimiento más lento en los principales socios comerciales.
La OCDE advirtió que la inflación puede ser más alta por un periodo prolongado debido a las presiones inflacionarias, por lo que requiere el endurecimiento de la política monetaria.
“La inflación general y subyacente anual se ubicó en 8.4% en octubre. Las expectativas de inflación a mediano plazo han aumentado”.
Por ello, el organismo sugiere que se continúe con la política monetaria estricta para detener las expectativas de inflación, mitigar los aumentos en el costo de los energéticos especialmente en los hogares, las pequeñas y medianas empresas (Pymes), quienes son los más afectados.
En este contexto, también estimó que el costo presupuestario asociado a este mecanismo de estabilización del precio minorista del combustible sea del 1.4 por ciento del PIB en 2022.
En cuanto a la tasa de interés determinada por el Banco de México, evaluó que se estabilizará hasta un 3.3 por ciento, cerca de la tasa objetivo de 3 puntos porcentuales, hasta 2024; mientras que en el primer trimestre de 2023 llegará a 10.75 por ciento.
“Se supone que la tasa de política aumentará a 10.75% para el primer trimestre de 2023 y se mantendrá en ese nivel hasta principios de 2024, cuando comenzaría a reducirse gradualmente”, consideró.
Sin embargo, la organización no descartó que la inflación pueda crecer en este tiempo, ya que “los episodios de volatilidad financiera pueden desencadenar una mayor aversión al riesgo, reducir las entradas financieras netas y aumentar los costes de financiación”.