Ciudad de México (26 de agosto de 2016).- El Instituto Jenner del Departamento Nuffield de Medicina de la Universidad de Oxford elegirá en octubre el lote de vacunas contra el zika para un ensayo clínico, comentó a Excélsior el doctor Arturo Reyes-Sandoval, mexicano que dirige el laboratorio de creación de antídotos de ese centro de estudios de Reino Unido.
La finalidad de esas pruebas a un lote específico es designar cuál de las 12 vacunas que han desarrollado en Oxford contra el zika es la más efectiva para inducir respuestas inmunes. Con esto se determinará de forma temprana si la vacuna es eficaz y si tiene potencial para una segunda fase, la aplicación en humanos.
El grupo de científicos y colaboradores que dirige Reyes-Sandoval, en conjunto con el doctor César López Camacho, un poblano responsable del área dedicada a vacunas de arbovirus, investiga en México la inmunidad que se genera ante una infección por el virus del zika en humanos.
El mejor candidato para estos ensayos se llevará a pruebas clínicas, lo cual requiere que se produzca un lote que cumpla con ciertas especificaciones y que reciba la autorización por agencias británicas para su uso general en humanos. El científico aclaró que el proceso de evaluación del lote se puede atrasar hasta diciembre, por lo que si los ensayos clínicos surten efectos positivos, el uso en personas podría implementarse a mediados o finales de 2017.
Para trabajar en las vacunas que se probarán contra el virus del zika, la Universidad de Oxford estableció lazos con investigadores que tienen sus laboratorios en varios lugares de la República mexicana, incluyendo regiones donde los arbovirus son endémicos. Las instituciones con las que trabajan son el Laboratorio Estatal de Salud Pública de Michoacán (LESP), Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Universidad Veracruzana (UV), Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (ENCB-IPN) y el Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Los investigadores en Oxford han sido beneficiarios de varias convocatorias que ha lanzado el consulado británico en México. El Newton Fund, que financia este tipo de proyectos, en 2014 asignaba un presupuesto de 75 millones de libras por cinco años para los trabajos de historia y futuro, en 2015 el fondo se extendió por tres años más a 150 millones de libras anuales (de 2019 a 2021) y, actualmente, para México el apoyo es de 37 millones de libras para cubrir la investigación hasta 2021. La cantidad que aporta el British Council la iguala alguna agencia mexicana como, en el caso del zika, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El doctor afirmó que aunque ya hay laboratorios en varias partes del mundo que tienen listos sus lotes para pruebas clínicas, no todos los países cuentan con la tecnología para aplicarlos en humanos. Uno de los factores que retrasa el desarrollo y aplicación de vacunas es la falta de recursos económicos.
Uno de los países que está a punto de comenzar con pruebas clínicas es Estados Unidos, a través de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). Ellos iniciarán probando una vacuna consistente en un plásmido o ADN, que al inyectarse en humanos es capaz de producir proteínas del virus del zika y generar respuestas inmunes.
Alertan sobre repunte de casos en regreso a clases.
Con el regreso a clases esta semana en nivel primaria y secundaria se espera un aumento súbito en los casos de zika en niños, también de dengue y chikungunya, ya que algunas escuelas en México tienen terrenos con desechos, como recipientes y llantas con acumulaciones de agua o inodoros que no fueron limpiados durante las semanas que duraron las vacaciones, advirtió el doctor Arturo Reyes-Sandoval, mexicano que dirige el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.
Es en esos sitios u objetos donde el mosquito Aedes, causante del zika, encuentra un territorio ideal para proliferar, dijo a Excélsior el científico, y agregó que “sería ideal hacer una limpieza profunda en estas áreas para proteger a los niños y evitar que contraigan dichas enfermedades durante los primeros días de clases”.
En la Universidad de Oxford hay aproximadamente cinco grupos en distintos departamentos que investigan el virus del zika. Cada grupo tiene entre cinco y 15 investigadores y los estudios van desde análisis estructurales del virus, desarrollo de reactivos y metodologías para el diagnóstico, prevención o tratamiento para la infección por zika, hasta estudios genéticos y evolutivos de este virus, con la finalidad de entender su variación genética y determinar si tiene la posibilidad de mutar y así adaptarse a poblaciones de mosquitos o humanos para esparcirse con mayor velocidad, afirmó.
Fuente: Excélsior.