Ciudad de México (09 de julio de 2016).- Antes, durante y después de la aprobación de la reforma energética el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto bombardeó a la población con mensajes halagüeños en prensa, radio, televisión y redes sociales sobre las bondades que dicha medida implicaría para la economía familiar.
Una y otra vez, las autoridades insistieron en que la reforma energética se traduciría en bajas en precios y tarifas de gas, energía eléctrica y gasolinas, cosa que a la fecha no ha ocurrido ni ocurrirá, según dejó entrever este miércoles el titular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
De paso por San Pedro, Nuevo León, donde inauguró la nueva imagen de las gasolineras Oxxo-Gas, del grupo Femsa, el funcionario dijo abiertamente que los mexicanos tendrán que “acostumbrarse” a la variación en los precios de la gasolina y la energía eléctrica.
Luego de explicar que los recientes incrementos en los precios de las tarifas de energía eléctrica y gasolinas obedecen a los aumentos en los insumos de la materia prima y los costos de distribución, añadió:
“Lo que tenemos que acostumbrarnos en México es que los energéticos son un bien en el mercado y que los precios en los energéticos pueden subir, puede bajar, dependiente de las circunstancias económicas, los precios internacionales, del crudo y las materias primas que dan lugar a la generación de la electricidad”.
Ni más ni menos.