Minera México tiene una deuda ambiental y de salud con SLP: Díaz Barriga

Estela Ambriz Delgado

Entre las diversas deudas que acumula Industrial Minera México en San Luis Potosí, existe una muy importante en el tema ambiental y de salud, pues tras décadas de operación en la colonia Morales, metales pesados altamente tóxicos se impregnaron en el suelo, además de que el funcionamiento de la planta de Zinc y de una mina en Charcas, podría también estar contaminando. Los tres casos deberían ser monitoreados por las autoridades, de acuerdo al investigador Fernando Díaz Barriga.

De los efectos negativos más importantes de Grupo México en la zona metropolitana, destaca el impacto ambiental y en la salud de las personas que habitan en Morales, tras años en los que trabajaron en su planta con arsénico y plomo, lo que deja a la empresa con una gran deuda a la población, además de los 100 millones de pesos por impuesto predial.

Al respecto, el catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) señaló que la historia de la empresa minera en el estado es bastante antigua, pues esta compró la vieja planta de cobre de azarco, actualmente clausurada desde 2010 y que empezó a trabajar desde 1890.

Explicó que el problema es que primero fue una planta de fundición de cobre y plomo, después cerró la de plomo, y operó la de arsénico, siendo estos dos últimos extremadamente tóxicos, llegando a ocasionar enfermedades cardiovasculares  y cáncer, que al ser trabajados por décadas en el sitio, aún sigue contaminando algunas casas.

“Sí hay un impuesto ambiental de Minera México en Morales, que en algunas casas que tienen patios domésticos donde no han cambiado el suelo, y donde pues esos suelos se impregnaron de metales por mucho tiempo, entonces sigue habiendo un riesgo”.

Asimismo, el doctor Díaz Barriga hizo mención que cuando estuvieron en operaciones estas plantas se afectó el aire y el suelo, siendo que en este último prevalece lo que ya es una contaminación residual histórica, y si bien hubo una buena remediación dentro del perímetro de lo que era la empresa, el problema es que falta monitorear la presencia de metales en Morales, y la instancia correspondiente sería la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dado que la minería se regula a nivel federal.

En lo que se refiere a la planta de Zinc que sigue en operaciones, el investigador subrayó que resulta sorprendente que a las autoridades municipales y estatales, pero principalmente la población de lugares como el fraccionamiento Villa Magna, parece no preocuparles y no se cuenta con datos concretos sobre la posible contaminación.

“Se tendría que estar monitoreando la presencia de estos elementos traza en el aire, por medio de una red de monitoreo de aire, dado que se ubica dentro de una zona urbana”.

El catedrático también indicó que en el municipio de Charcas, Grupo México tiene una mina de polimetálicos, y como en cualquier zona minera, hay contaminación en el suelo que afecta principalmente a las poblaciones cercanas, sin embargo, tampoco se ha mostrado inquietud por parte de los habitantes, por lo que consideró denota una falta de civismo ambiental que provoque establecimiento de programas de vigilancia.

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