Por Victoriano Martínez
El plan de remediación de Minera San Xavier en Cerro de San Pedro fue considerado por María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), como una burla para una institución ambiental. Para la población de la ciudad y de ese municipio es una agresión más.
La mayor ofensa para todos los habitantes del Estado es haber mutilado su identidad al haber destruido el emblemático cerro que dio origen al nombre de San Luis Potosí y convertir su escudo de armas en un mero referente de que existió en lo que hoy ya es un gigantesco socavón.
Desde sus inicios, a mediados de la última década del siglo pasado, la promoción del proyecto tuvo elementos de burla a los habitantes de la zona donde pretendía su depredación ecológica con tal de llevarse el oro residual de las minas de Cerro de San Pedro, comparadas en riqueza con las de Potosí, Bolivia.
Llegaron a afirmar en ruedas de prensa que no provocarían ningún daño ecológico porque reubicarían temporalmente todos los ejemplares de cada especie animal y vegetal y, al concluir sus operaciones, las volverían a reubicar donde las habían levantado.
Hoy sólo pretenden remediar 1.9 de las 379 hectáreas en las que provocaron severos daños ambientales, según reveló Albores González, titular de Semarnat.
La burla contra los pobladores del Valle de San Luis Potosí fue permanente durante todo el tiempo que ha operado la minera y no sólo en el aspecto de provocar con total irresponsabilidad un daño ecológico, al simular ajustarse a 100 compromisos que propusieron investigadores de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí o a trabajar bajo una autorización condicionada.
Durante casi dos décadas, la Minera San Xavier fue condenada a suspender sus operaciones por distintos tribunales federales. Siempre evadió esas sentencias, lo que necesariamente no pudo hacer sin la complicidad de las autoridades, entre quienes destacan el expresidente Vicente Fox y el exgobernador Marcelo de los Santos.
Una relación de la empresa depredadora canadiense que contrasta con la que hoy asumen las autoridades ecológicas del país y ante lo cual la autoridad estatal queda a deber, sobre todo por el presunto compromiso que exhibió el hoy gobernador Ricardo Gallardo Cardona desde la tribuna de la Cámara de Diputados federal.
Exactamente dos años antes de asumir la gubernatura, Gallardo Cardona presentó en el Congreso de la Unión una iniciativa con dos puntos de acuerdo exhortar al gobierno del Estado de San Luis Potosí para que:
(1) “a través de la dependencia correspondiente en materia de salud pública, realice los estudios sobre los impactos en la salud que producen las actividades de la Minera Canadiense San Xavier en la población que trabaja en la mina y vive cerca de ella”.
(2) “a que, en caso de existir daños en la salud de los trabajadores de la mina y habitantes cercanos a ella, tome las medidas necesarias para que la empresa New Gold-Minera San Xavier se haga responsable del tratamiento de los afectados”.
A poco más de dos años de fungir como gobernador, la ausencia de un solo dato en el sentido de los exhortos que promovió hace cuatro años dejan ver que el compromiso con aquella postura no era tal y seguramente sólo se trató de un desplante de los que suele encabezar para, en primer lugar, congraciarse con la 4T y, dos, proyectar una imagen de cercano a las causas de interés general.
Los 808 días que lleva al frente de gobierno estatal, ese que exhortaba a realizar estudios y reclamar reparaciones a Minera San Xavier, han sido tiempo más que suficiente para –sin necesidad de exhortos por ser una iniciativa (¿convicción?) personal– haber realizado las investigaciones y tomado las medidas pertinentes.
De haber estado efectivamente comprometido y convencido de su propuesta, hoy que Albores González exhibe la actitud burlona de Minera San Xavier, Gallardo Cardona habría estado en condiciones de respaldar el reclamo federal de la 4T, incluso en condiciones que exhibirían muchos más agravios de la minera al pueblo de San Luis Potosí.
Una oportunidad perdida como efecto de quien opta por las apariencias y gobierna a golpe de una propaganda engañosa que en estos dos años ya acumula varios golpes de realidad.
Este jueves, como secuela de La Mañanera, tocó que quedara exhibida su inconsistencia en un tema tan sensible como los daños ecológicos, de contaminación, de salud pública y afectación de los mantos acuíferos, entre otros, por parte de Minera San Xavier.
