Mismidad: Día del niño y la niña

Gloria Serrato

Desde 1924, cuando dirigía la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos, se estableció el día 30 de abril como el día del niño (cuando el pronombre masculino se empleaba como genérico), con el objetivo de sensibilizar sobre los derechos de las niñas y los niños, en aquel momento el propósito fue las infancias fueran felices para un desarrollo pleno.

Años más tarde en 1959, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instaura la celebración del día internacional de los niños el 20 de noviembre, y cada país ha dedicado un día especial a fin de celebrar a las niñas y los niños, sin embargo la fecha que la ONU ha dado como día universal es el 20 de noviembre, fecha en la que se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos de los Niños.

Establecer fechas para sensibilizar sobre la problemática que enfrentan las personas ha sido necesario para formarnos en materia de derechos humanos. El objetivo de esta fecha es que nosotras las personas adultas recordemos, que las niñas y los niños son el grupo más vulnerable de la humanidad, que es importante conocer cuáles son los derechos de las infancias y trabajar por el bienestar de ellas y ellos.

El Fondo de Naciones Unidas para las infancias (UNICEF) ha referido la importancia de trabajar en el sano desarrollo de las infancias en las etapas de seis a 13 años de edad, es clave en estas edades para consolidar las capacidades que tienen las niñas y los niños en todos los aspectos, tanto físicos, como intelectuales, como de socialización, que fortalecerán la identidad y la autoestima.

De acuerdo con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los derechos fundamentales deben preservarse: como son el derecho a la vida, a la supervivencia y el desarrollo del derecho, el derecho a la prioridad, a la identidad, a vivir en familia, a la igualdad sustantiva, a no ser discriminados, a vivir en condiciones de bienestar y un sano desarrollo integral, a una vida libre de violencia y a la integridad personal, a la protección de la salud y de su seguridad social, a la inclusión a las niñas, niños y adolescentes con discapacidad, el derecho a la educación, el derecho al descanso, al esparcimiento, pero también el derecho a la libertad éticas, de pensamiento, conciencia, religión y cultura, el derecho a la libertad de expresión, a la seguridad jurídica, entre otros más..

Con la pandemia del COVID, una de las poblaciones más afectadas fue la de la niñez y las adolescencias, la crisis sanitaria puso de manifiesto muchas de las necesidades para el aprendizaje, las diferencias sociales se acentuaron por el solo acceso del internet. Se quedó de manifiesto que la educación sigue siendo el pilar para el desarrollo sano de niñas y niños.

Las tecnologías de la información juegan un rol clave en la etapa en la que estamos viviendo, con niños y niñas que las emplean para todas las actividades de su vida diaria, sin embargo debemos como personas adultas alertarlas del uso conveniente, que sepan además distinguir situaciones que les pueden colocar en situaciones de riesgo y de delito.

Las niñas, los niños deben disfrutar con plenitud la infancia, de manera amorosa y sana que les permita el desarrollo armónico de su crecimiento.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.


Es periodista y abogada, doctora y maestra; especialista en atención a víctimas, derechos humanos, transparencia y salud. Actualmente es directora general del Instituto de las Mujeres de San Luis Potosí. Anteriormente se desempeñó como directora de Derechos Humanos en la Fiscalía General del Estado; fue comisionada de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas y presidenta de la Mesa Interinstitucional de Feminicidios. Cuenta con diversas publicaciones entre las que destaca su tesis doctoral Construcción de Personajes: El Subcomandante Marcos y la prensa en México 1994 a 1995.

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