Gloria Serrato
Las redes sociales en la actualidad juegan un papel clave para la socialización de las personas, muchas tienen su vida en ellas; estos foros y espacios para la divulgación de las ideas y la libre manifestación del pensamiento, son hoy una referencia para identificar de qué hablan las personas, cuáles son los temas que le preocupan, podemos encontrar una gran variedad de información sobre lo que sienten las personas y su forma de percibir el mundo.
Desde los años ochentas y principios de los noventas ya se refería el impacto que traería el uso del Internet para expandir la información, datos, sucesos de todo el mundo, que en ese momento para mucha gente era inaccesible. Se predijo que las redes sociales sustituirían el espacio tradicional de convivencia, lo que no se pensaba en aquel momento era que las redes sociales se convertirían en espacios democráticos en los que las interacciones entre las personas podían ser tan plurales y diversas.
En la actualidad las personas pueden expresar con plena libertad sus ideas, sus puntos de vista, su interpretación del mundo, sus emociones; por supuesto que hay países que tienen limitado el acceso a ciertos buscadores de información y a algunas redes sociales, a pesar de ello, es un espacio abierto tanto para expresar como para recibir retroalimentación. Las respuestas a las diversas expresiones que se generan en las redes sociales no siempre se apegan al respeto y a la tolerancia, sino que muchas de las veces son ofensivas y con un discurso de odio.
La trascendencia de las redes sociales para las personas tuvo un impacto difusor de alto espectro con la pandemia del COVID, las personas que aún mostraban resistencia para el uso de la tecnología tuvieron que hacerlo. Fue necesario no sólo para la educación, sino para la convivencia en tiempos que fueron muy inciertos sobre los contagios y que muchas veces fue mejor un Zoom o una videollamada.
El Internet y las redes sociales se convirtieron en el territorio expansivo de los derechos humanos. El espacio virtual apoyó la difusión de los derechos de las personas. Ahora en cuestión de segundos, se puede colgar un video en la red social que utilicen, sobre todo TikTok, Instagram, Facebook, Twitter que son las más utilizadas en nuestro país, y con ello expresar lo que en ese momento sienten. Los mensajes están reflejando el grado de diversión, de necesidades, de molestia, de distracciones, de frustraciones, de conocimientos, de tips, tutoriales, y un largo etcétera. Se convirtió en el gran espacio para la libertad de expresión.
Las personas se pueden mostrar tal como son o crear los personajes que les representen de mejor manera, como quieren ser percibidas; las redes sociales con mucha facilidad crean influencers, que también les sirve para ganar dinero con los followers. Es una gran válvula de escape y de expresión; aunque los comentarios que se les hagan sean alejados de la tolerancia, del respeto a la dignidad, y de la progresividad de los derechos humanos.
En los años noventas la preocupación más relevante de las autoridades era la privacidad de la identidad, y la reserva de datos personales que les asociaran a su espacio físico. En aquel momento se realizó la investigación Memorándum de Montevideo, que fue un parteaguas para hablar de manera científica sobre lo que estaba ocurriendo con el uso de la red social Facebook y la vulnerabilidad de las niñas y de los niños frente al Internet.
Buscaba que a las personas infantes se les protegiera, por lo que se estableció el límite de la edad para abrir una red social, ahora este paso se lo han brincando alterando los datos cuando lo solicita la red, al momento de iniciar una cuenta y buscan redes poco accesibles para las personas adultas.
Los niños y las niñas se pueden expresar con libertad en las redes sociales, y debe haber nuevos procesos formativos para que distingan los riesgos de la convivencia en internet, desde identificar los mensajes que les envían con la intención de afectar su dignidad como es ciberbulling o el ciberacoso sexual. Deben saber que pueden acecharles con fines de engancharles, de irrumpir en sus vidas reales y virtuales a tal punto que puedan ser víctimas de algún tipo de situación delictiva.
Con todas las ventajas que tienen las redes sociales, aún es importante que las personas adultas podamos preservar y salvaguardar los derechos de las niñas y los niños, respetando en todo momento su libre y sano desarrollo.
Las redes sociales tienen un lado positivo y otro negativo, lo importante es que aprendamos a utilizarlas con el objetivo de disminuir las brechas de comunicación que podamos tener con las personas. En el otro lado, es importante que se legisle para evitar que se conviertan en espacios virtuales para cometer delitos, que amparados o no, en el anonimato lastimen y dañen a las personas, y más a quienes se encuentren en mayor vulnerabilidad.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es periodista y abogada, doctora y maestra; especialista en atención a víctimas, derechos humanos, transparencia y salud. Actualmente es directora general del Instituto de las Mujeres de San Luis Potosí. Anteriormente se desempeñó como directora de Derechos Humanos en la Fiscalía General del Estado; fue comisionada de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas y presidenta de la Mesa Interinstitucional de Feminicidios. Cuenta con diversas publicaciones entre las que destaca su tesis doctoral Construcción de Personajes: El Subcomandante Marcos y la prensa en México 1994 a 1995.