Mismidad: Ser madre en tiempos actuales

Gloria Serrato

Las mujeres entre todos los roles que desempeñamos, el que ha implicado mucha responsabilidad a lo largo de la historia, es el rol de la maternidad. Solo nosotras albergamos vida en nuestro propio cuerpo, por supuesto que el proceso reproductivo implica la participación de los hombres, pero somos nosotras las que biológicamente tenemos la mayor parte.

La maternidad ha llegado a la vida de las mujeres como algo incuestionable, sin embargo, dentro de los nuevos paradigmas que viven las personas ahora, ya no es algo que se deba tomar sin analizar lo que para muchas mujeres implica asumirse como madres.

En nuestro entorno y en muchos otros a lo largo del mundo, ser madre va mucho más allá de albergar vida, implica el cuidado, la atención y la ayuda a hijos e hijas. Las madres asumen o nos asignan los cuidados permanentes y continuos de la familia. Para muchas ha significado gratificaciones y satisfacciones amorosas, para otras, todo lo contrario.

Las mujeres en cuanto a madres, ha significado en el último siglo, una gran transformación en repensarnos en esa función asignada por nuestra condición biológica. Las mujeres han tenido más dificultades para incorporarse al espacio público, porque esa asignación del rol maternal implica hacer un hueco para llevar a cabo actividades que desarrollen su potencial como seres humanos.

Porque las dicotomías están siempre visibles: Se es madre y trabaja y luego quien cuida a los hijos e hijas, quien les atiende, quien les guía.

Y en ese eje semántico de significaciones en los imaginarios sociales de nuestros contextos, ser madre implica sacrificios de la esfera personal de cada mujer.

Muchas lo asumen y les gusta. Para otras, han tenido que atravesar desventajas para combinar su quehacer maternal con su desarrollo personal y profesional. Hay también muchas mujeres adolescentes que deben asumir la maternidad sin la plena conciencia de lo que significa.

La maternidad debe ahora verse como la decisión que cada mujer pueda tomar en el sentido de tener o no hijas e hijos, y ya no como lo inherente a las mujeres. El respeto a la decisión que cada una tome es crucial para evitar que se estigmatice nuestra función biológica.

Felicidades a todas las mujeres que son madres por elección y por escisión continua en esta labor histórica que hemos tenido.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.


Es periodista y abogada, doctora y maestra; especialista en atención a víctimas, derechos humanos, transparencia y salud. Actualmente es directora general del Instituto de las Mujeres de San Luis Potosí. Anteriormente se desempeñó como directora de Derechos Humanos en la Fiscalía General del Estado; fue comisionada de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas y presidenta de la Mesa Interinstitucional de Feminicidios. Cuenta con diversas publicaciones entre las que destaca su tesis doctoral Construcción de Personajes: El Subcomandante Marcos y la prensa en México 1994 a 1995.

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