María Ruiz
La administración municipal del alcalde Enrique Galindo Ceballos ha sido omisa con las peticiones constantes de usuarios a la mejora de la infraestructura vial que beneficie a los ciclistas, peatones y personas con discapacidad, así lo consideró Víctor Hernández, activista a favor de la movilidad sostenible y creador de la página de denuncia ciudadana “Pedaleando SLP”, la cual se dedica a exponer las faltas viales que realizan los automovilistas y los elementos de la Policía Vial Municipal en detrimento del tránsito seguro de biciusuarios y peatones.
Hernández explicó que los compromisos que realizó Galindo Ceballos los primeros años de su gestión, en torno a la ampliación y mantenimiento de las ciclovías existentes y la reformulación de un reglamento de tránsito, no se ha llevado a cabo y parece haberlas dejado a un lado de manera sistemática. Un hecho que afecta en sobremanera a los biciusuarios de la ciudad.
“Es imperativo modificar y actualizar el Reglamento de Tránsito Municipal para priorizar la seguridad de los ciclistas y peatones. La opción de modificación no debería ser solo considerada, sino que debería ser una obligación”.
Víctor Hernández expuso que estas modificaciones son necesarias, como lo indica el artículo 67 de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, que insta a las entidades federativas a armonizar sus reglamentos de tránsito con lo establecido en la ley.
El activista recordó que algo tan esencial como la distancia mínima para rebasar a un ciclista no se adecua a las normativas internacionales, pues el actual Reglamento de Tránsito Municipal no se ajusta, ya que establece un metro en lugar de la distancia mínima recomendada de 1.5 metros.
“La actualización del reglamento es esencial para alinear nuestras normativas locales con estándares internacionales y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía”.
Sobre las denuncias ciudadanas, Víctor Hernández aseguró que es importante dar a conocer que las faltas viales pueden conducir o resultar en siniestros, y que además exhiben la carencia de educación vial en los usuarios que conducen automóviles en la capital.
Lo que a su vez está ligado con la falta de infraestructura vial, que condiciona a los usuarios ciclistas, automovilistas y peatones, a adoptar hábitos y conductas para hacer uso adecuado del derecho al tránsito en la vía pública.
“En mis redes sociales suelo expresar la idea de que la educación vial no existe o, al menos, no de la manera en que comúnmente la concebimos. Creo que es crucial comprender que la educación vial no se desarrolla por sí sola, sino que está estrechamente ligada a la infraestructura vial”.
Sobre esto último, el activista remarcó que es esencial que el diseño de las calles esté encaminado para respetar a los ciclistas y otros usuarios vulnerables, para así sentar las bases para una cultura vial más segura y respetuosa, pues en gran medida este es un problema de diseño urbano.
“Otro aspecto fundamental es la estricta aplicación del Reglamento de Tránsito. Muchas personas podrían no tener problemas en obstruir una ciclovía si no enfrentan consecuencias por hacerlo. La aplicación rigurosa de las normativas viales, con sanciones efectivas para quienes infringen las reglas, es esencial para cambiar comportamientos y garantizar el respeto a las vías designadas para ciclistas”.
Por último, respecto a la formación del Consejo Ciudadano de Movilidad, Víctor Hernández señaló que este órgano parece ser ignorado, pese a que cuenta con individuos altamente capacitados en el tema de movilidad.
“Parecen ser sistemáticamente ignorados por la administración municipal; a pesar de su expertís y capacidad para contribuir al diseño y planificación de proyectos de movilidad, no se les incluye adecuadamente en el proceso de toma de decisiones. Se les informa sobre los proyectos cuando ya están en marcha, lo cual limita su capacidad para influir significativamente en la planificación”.
