Patricia Briseño/Excélsior
Unos 300 civiles, habitantes de la comunidad de Rio Lagarto, del municipio de Constancia del Rosario, impidieron que elementos del Ejército Mexicano destruir 47 sembradíos de amapola.
La fuerza castrense conformada por unos 100 elementos, de la 28 Zona Militar, incursionaron en la zona para destruir el cultivo, pero mujeres y niños les impidieron el paso provistos de piedras y palos.
Según las primeras versiones, los hechos sucedieron el lunes pasado, cuando al incursionar en la zona un grupo de civiles solicitaron a los militares un permiso para poder ingresar a sus predios y destruir las plantas.
Incluso, las mujeres reconocieron ser propietarias de las plantas, que justificaron al decir que “es el único sustento ante la miseria en que vive el pueblo indígena triqui”.
Según las versiones difundidas por las fuerzas militares, las propietarias dijeron que “el dinero que reciben por la cosecha de la goma de opio extraída del rayado de los botones de la amapola, les permite subsistir”.
Por lo anterior, los elementos del Ejército optaron por retirarse a su base de operaciones a fin de evitar un enfrentamiento ante la oposición civil.
Al parecer, en el operativo los uniformados fueron agredidos con armas de fuego por otro grupo de personas, sin que esto causara lesionados, aunque el ataque no fue respondido.
La aeronave modelo Bell-206, matrícula 1633, en la que viajaba el comandante de la 28 Zona Militar, Martin Terrones Calvario, registro averías en el fuselaje y tanque de combustible.
La comunidad de Río Lagarto, pertenece al municipio de Constancia del Rosario, ubicado en los límites con Guerrero, y corresponde a la zona indígena triqui.