Carlos Rubio
El caso de las 59 personas migrantes secuestradas y encontradas con vida en Matehuala no solamente reveló una red de tráfico de personas perfectamente estructurada y sistematizada, que gobiernos anteriores permitieron que se estableciera y operara en la impunidad, también exhibió a un grupo de oportunistas que, lejos de preocuparse por el estado, actúan conforme a los intereses que sus partidos políticos les marcan a nivel nacional.
Entusiastas y sedientos por salir en la portada de algún periódico, en la sesión del 30 de marzo los diputados del PRI, PAN, MC y CP, subieron a la tribuna cargando una hoja de papel con el número 39, en representación al número de personas migrantes fallecidas en un incendio del Instituto Nacional de Migración de México en Ciudad Juárez. Como ha sido costumbre, llamaron la atención del Gobierno federal para simular que son oposición en San Luis Potosí (porque a Ricardo Gallardo no lo tocan ni lo tocarán).
Después de aquella escena en la que los diputados se mostraron seriamente “preocupados” y “consternados” por la tragedia que costó la vida de decenas de personas migrantes, los potosinos esperábamos su enérgico pronunciamiento sobre el suceso que reveló a la sociedad una red de delincuentes que secuestra y extorsiona personas migrantes que transitan por San Luis Potosí –específicamente en Matehuala– en busca de llegar a Estados Unidos, pero no fue así.
Frescos y descansados después de disfrutar de unas prolongadas vacaciones, los 27 legisladores tenían la tribuna libre en la sesión del 14 de abril para externar su inconformidad con la seguridad del estado; para subir en montón y expresar su “sincera” preocupación por el peligro que viven las personas migrantes en su paso por el estado; para cargar una hoja de papel con el número 59 por todas esas personas que vivieron días de pánico siendo víctimas de la delincuencia; para exigirle al gobernador Ricardo Gallardo Cardona acciones inmediatas y eficaces en contra de este peligro que acecha en la carretera, pero prefirieron callar, ser omisos e indiferentes ante el severo problema migratorio que –ahora sabemos– enfrenta San Luis Potosí.
Solitos se exhibieron como funcionarios públicos que utilizaron una tragedia para intentar golpetear al Gobierno federal (que claro que tuvo responsabilidad en aquel suceso). Y no solo eso, también se exhibieron como marionetas que sirven a los intereses partidarios de una “oposición” a nivel nacional que sigue caminando sin rumbo, a poco más de un año de que se lleven a cabo las elecciones.
Peor aún, ¿cuántos de ellos conocían desde antes esta problemática y nunca hicieron nada por intentar atenderla? Empezando por Alejandro Leal Tovías, que demostró conocer al derecho y al revés la situación, pero nada informó sobre lo que hizo como secretario general de Gobierno para intentar desmantelar a este grupo criminal.
Aunque un sector quiera ligar al gobernador Ricardo Gallardo con la creación de este grupo delincuencial que opera en Matehuala, es sabido que esta red se encuentra establecida desde hace años con el aval de gobiernos como el de Juan Manuel Carreras López y más allá… Lo que sí es responsabilidad del actual mandatario es poner en marcha los operativos de seguridad necesarios para el desmantelamiento y la captura de los delincuentes que operan este grupo.
Si al final del sexenio esta banda sigue secuestrando y extorsionando personas migrantes, Gallardo Cardona pasará a formar parte de la lista de gobernadores omisos que permitieron y avalaron a este grupo criminal. Poco se podrá hablar de logros en materia de migración mientras este problema no sea solucionado.
Quienes no supieron ni a dónde hacerse fueron los diputados del Verde, Alejandro Segovia Hernández (a nivel federal) y Cinthia Segovia Colunga (a nivel local), que tenían que decidir entre achacar el problema al gobernador o al presidente de México. Finalmente pesó más su respeto (o miedo) hacia el mandatario estatal e hicieron un llamado a la Guardia Nacional a reforzar la seguridad de las carreteras.
La próxima vez que los diputados opositores de papel tengan pensado pronunciarse por una tragedia de otro estado, esperemos que tengan la coherencia y el valor de hablar cuando algo similar ocurra en San Luis Potosí, de lo contrario volverán a exhibirse como oportunistas que sirven a intereses externos que en nada abonan al bienestar del estado. No hay duda de que detrás de una pésima legislatura, siempre viene otra peor.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.