Carlos Rubio
Nadie se imaginó las maromas que iba a dar el Partido Acción Nacional para posicionarse por la salida de sus acaldes con dirección al Partido Verde, sin criticar a Ricardo Gallardo Cardona, pero finalmente la presidenta Verónica Rodríguez hizo uso de su afinada habilidad oratoria y ofreció un auténtico acto circense digno del Cirque du Soleil.
Después de la salida de la alcaldesa de Real de Catorce y su llegada al Partido Verde, la dirigencia panista ofreció una lamentable rueda de prensa en la que no revelaron más que su complicidad con el gobierno de Ricardo Gallardo y su burla diaria hacia los potosinos, con una simulada oposición.
Como si de Lord Voldemort se tratara, los panistas evitaron mencionar el nombre de Ricardo Gallardo durante toda la rueda de prensa. No fue hasta el cuestionamiento de una periodista que la líder del PAN recordó quién gobierna en San Luis Potosí, pero con un par de vueltas en el aire evadió la pregunta y enfocó las culpas hacia el Gobierno federal y el Partido Verde Ecologista de México.
Qué fácil es criticar al Gobierno federal cuando ni si quiera te está volteando a ver, pero al funcionario de más alto nivel en el estado ni lo mencionan.
El Partido Verde presiona, el Partido Verde ofrece, el Partido Verde promete… ¿Y quién es la cabeza del Partido Verde en San Luis Potosí? ¿En manos de quién está el presupuesto de los Ayuntamientos el próximo año? ¿Quién tiene los programas sociales a su merced? No son tontos ni tienen miedo, son cínicos y se burlan de los potosinos.
“En Acción Nacional estamos trabajando en las calles”, ha sido el repetido discurso de Verónica Rodríguez desde que asumió la presidencia, sin mencionar en qué trabajan y cómo esto beneficia al estado que mensualmente les da recursos. Se les paga por esto y nada. Bien harían volteando a ver hacia dentro y comenzando a hacer una autocrítica sobre los perfiles que hoy encabezan el PAN (Xavier Azuara). Deben darse cuenta de que si terminan de destruir lo poco que va quedando del partido, nada les va a quedar ni si quiera para seguir saqueando los próximos años. Hasta por supervivencia deberían de considerar luchar por la militancia que ya los está abandonando.
De otro partido de “oposición” mejor ni hablamos. El PRI a meses de desaparecer. Movimiento Ciudadano, un refugio de los necesitados. Conciencia Popu… ¿quién?
El que también saltó de más para justificar acciones inútiles fue el gobernador Ricardo Gallardo Cardona con el novedoso puente “atirantado” que inauguró junto a la Fenapo. Esta obra bien podría considerarse como parte de la herencia maldita; se equipara con la Estela de Luz de Felipe Calderón; ambas sirven para lo mismo: nada; y reflejan lo mismo: la terquedad de un mandatario.
En año y medio, Gallardo ha hecho más que Juan Manuel Carreras López en todo su sexenio. Aunque tampoco era difícil opacar a uno de los gobernadores más grises que ha tenido San Luis Potosí.
El único problema del gobernador es esa necesidad de querer demostrar que su palabra es la ley y que nadie puede estar por encima de cualquier capricho que le pase por la cabeza. Así haya estado soñando y sea la idea más descabellada del mundo.
El chiste del árbol de navidad más grande de Latinoamérica estuvo bien hasta ahí, como un chiste. A todos nos dio risa y se convirtió en un extraño fondo para las fotografías de miles de potosinos y turistas. Hasta él se dio cuenta de que repetirlo hubiera sido avaricioso y el pasado diciembre lo escondió en la Feria y ya no en Fundadores.
La Arena Potosí no es un chiste ni da risa y podemos cuestionarle la necesidad de hacer un recinto idéntico al lado de El Domo (aunque de menor capacidad), así como el haber iniciado la obra sin si quiera haber terminado la licitación, pero al menos al final del capricho, el lugar tendrá una utilidad a simple vista y es una opción más (si está bien hecha) para los espectáculos.
¿Pero un “puente atirantado”? Esta debe ser una de las obras más ridículas en la historia de la ingeniería civil de México y no solamente por el hecho de que se haya colocado en un lugar en el que no era necesario, sino simple y sencillamente porque ¡primero se construyó el puente y luego se le pusieron los tirantes!
Los puentes atirantados se encuentran colocados sobre cuerpos de agua que vuelven imposible la construcción de un puente común o cuando las condiciones de la tierra no son ideales, pero en San Luis Potosí se ha edificado un nuevo tipo que no había sido visto en ninguna parte y quizá por eso merezca reconocimiento mundial: el de adorno.
Tampoco es casualidad que ese adorno se haya colocado en un puente junto a la Feria Nacional Potosina, la temporada favorita de nuestro gobernador para promocionarse y que –ahora– comienza desde abril, cuando Gallardo empieza a aventar humo y a anunciar a los artistas que se van a presentar en el Teatro del Pueblo. Puro pan y circo.
Ante las burlas de este Gobierno como el dichoso “puente atirantado”, resulta increíble el poco valor de partidos como PAN para mostrar una postura en contra de acciones como esta, ya no por interés en la gente –eso sería mucho pedir para un político– sino por rescatar un poco de dignidad del papel que deberían representar en el estado.
Prefieren jugarle a la “oposición” aunque por detrás estén aliados. Y todo por aferrarse y vivir de la administración pública. ¿No les dará vergüenza?
Como la materia, la herencia maldita no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.