Antonio González Vázquez
Xavier Nava Palacios no ha sido un buen perdedor, pero lo puede ser, si en las próximas horas es capaz de honrar su palabra de contribuir a la unidad en el Partido Acción Nacional.
Le levanta la mano a Octavio Pedroza o toma el camino de la judicialización del proceso del que salió derrotado y ventila con claridad y pruebas, las presuntas irregularidades de las que se duele.
El tan temido escenario de la fractura interna ya está presente en Acción Nacional y de Nava depende la dimensión de la ruptura.
Tras admitir que los resultados no le fueron favorables, el edil con licencia, de manera cobarde, no se atrevió a documentar aquello a lo que se refirió con ambigüedad respecto a las presiones a los votantes o bien, adversidades de todo signo y nivel, así como de las condiciones internas y externas que han prevalecido.
No se atrevió a hablar de fraude y pese a ello, Nava siembra la duda intencionadamente para que el partido se debata en la incertidumbre sobre lo que dice, va a reflexionar y analizar con profundidad.
Lo que Nava no se atrevió a decir lo dijo su aliada, Sonia Mendoza a través de sus redes sociales: Ganó la imposición y la amenaza. Con ello, están deslegitimando el proceso electoral de ayer puesto que entonces no fue una fiesta democrática como se aseguraba, sino el corolario de un proceso sucio y amañado.
Algunos seguidores de Nava, como Arturo Ramos Medellín compararon el proceso panista con una Elección de Estado. Si están tan seguros de que eso fue, entonces a que viene tanta reflexión.
El precandidato derrotado está muy dolido y con ese sentimiento de amargura, difícilmente se puede reflexionar para tomar decisiones frías y prudentes en beneficio de un partido al que ni siquiera pertenece.
El pasado viernes, el periodista Omar Niño en su programa informativo en redes sociales, organizó un debate entre los tres precandidatos, en un determinado momento, Pedroza le preguntó a Nava que si tanto siente al partido, porque razón nunca se ha querido afiliar.
Y le recordó que él mismo se lo solicitó cuando Nava buscaba ser candidato a diputado federal, cargo al que accedió después por el PRD, ya que en el PAN fracasó en el intento. Nava solo contestó que ya llegaría el momento para afiliarse, pero que por lo pronto, no.
Tiene la oportunidad de mostrar altura política y sumarse a Octavio Pedroza; lo puede hacer y según las normas establecidas, debería hacerlo, pues por encima de todo tendría que estar la institución, bajo la premisa de que para las elecciones constitucionales, el enemigo está afuera y no dentro del partido.
Sin embargo, en la realidad, más allá de los discursos y las promesas, lo que va a reflexionar Nava no tiene nada que ver con el PAN sino con su futuro personal.
A los panistas, los tomó solo como una alternativa, como una oportunidad que tenía que aprovechar, no por convicción sino por conveniencia; muestra de ello es que en su mensaje asestó un duro golpe al panismo ya que para él, solo los que votaron a su favor son dignos, los demás, no.
Bajar a la militancia a nivel de simple rebaño que toma el camino que señala el pastor es sin duda una ofensa para los panistas.
Asume que quienes votaron por Octavio Pedroza y Marco Antonio Gama lo hicieron por presiones, lo cual muestra su enorme soberbia, arrogancia y su desdén por lo que decidieron las bases del partido.
Luego entonces, Xavier Nava en realidad no tiene mucho que analizar y todo hace indicar que irá a la contienda en contra del PAN, pues probablemente ni siquiera lo apoyarían para que vaya por la reelección.
Romper con el partido, que lo llevó a la presidencia municipal, es su única salida ahora que ha provocado un ambiente tóxico para ambos.
Jesús Zambrano, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD ya ha dicho que el candidato de ese partido a la gubernatura será Xavier Nava, mientras que su aliada, Sonia Mendoza, iría por Movimiento Ciudadano.
El PRD o lo que queda de este, propondrá a la alianza PRIANRD a Nava, pero el PAN por obvias razones no lo aceptará y puede que el PRI tampoco, lo que dejaría en vilo esa coalición que podría derrumbarse en San Luis Potosí.
Los tres partidos con candidato propio para enfrentar a Morena. Una oposición fragmentada que fortalecerá a la candidata que designe la 4T.
Otro beneficiario, Ricardo Gallardo Cardona y el Partido Verde, cuya presencia viene ganando terreno en todo el estado.
El panorama por tanto, no es nada favorable para el PAN, que parece estar en manos de un Xavier Nava que al no levantarle la mano a Octavio Pedroza, someterá al partido a un profundo desgaste.
La historia preelectoral del blanquiazul se vuelve a repetir porque quienes pierden son incapaces de reconocer eso, que perdieron.
Pero ahora, Juan Francisco Aguilar, el presidente del Comité Estatal tiene la responsabilidad de hacer lo que esté al alcance para reducir los daños y deberá convencer al derrotado a que asuma el resultado.
En aras de que para las elecciones del 6 de junio el PAN sea realmente competitivo, es necesario que la fractura no sea mayor; por lo pronto, el equipo derrotado deja el mensaje de que en el blanquiazul se ganan elecciones a base de presiones, con el apoyo de la estructura del partido, con imposiciones y amenazas.
Octavio Pedroza ya tendió la mano a Nava, Gama y, de paso, a Mendoza Díaz a quienes pidió sumarse a su candidatura; aunque bien visto, a la legisladora y al edil con licencia les solicitó algo que parece imposible: conducirse con humildad.
Habrá que esperar a que Nava rompa el silencio y comparta a los potosinos sus reflexiones.