Nina y la transparencia legislativa

Por Victoriano Martínez

A Bernardina Lara Argüelles, tras su fallecimiento este martes 25 de marzo de 2025, se le recordará principalmente por su trayectoria como lideresa del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (SUTSGE), pero quizá muy poco por su contribución a la transparencia legislativa cuando fue diputada.

Como dirigente sindical, habrá quienes consideren inapropiadas sus ocho reelecciones como secretaria general y que se haya mantenido en el cargo por casi 33 años, pero también habrá para quienes la larga lista de beneficios laborales que logró para la burocracia estatal explique, y hasta justifique, su permanencia al frente del SUTSGE.

En junio de 1996, cuando Nina, como era conocida, logró la primera reelección en el SUTSGE, con reforma al estatuto sindical de por medio para que fuera posible, enfrentó la oposición de Nidia Azucena Morales Manzano, sobrina de Elsa María Manzano, predecesora de Nina en la dirigencia, como cabeza de la planilla oponente.

Un segundo grupo opositor, la Corriente Democrática que encabezaba Francisca Reséndiz Lara, cuestionó el procedimiento de la elección por diversas presuntas ilegalidades por las que al final no presentó planilla para la competencia como una forma de no convalidar aquella primera reelección de Nina.

Hoy, Morales Manzano y Reséndiz Lara mantienen su liderazgo de sendos sindicatos que formaron al escindirse del SUTSGE.

Morales Manzano como presidenta del Consejo de Asesores del Sindicato Autónomo Democrático de Trabajadores de Gobierno del Estado (SADTGE) y Reséndiz Lara como secretaria general del Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadores de Gobierno del Estado (SITTGE).

Como sindicato mayoritario, el SUTSGE llevaba las negociaciones laborales con las autoridades estatales y los beneficios que obtenía se hacían extensivos a los burócratas de todos los sindicatos. Los alcances de la férrea postura sindical de Nina tenían alcances más allá de los agremiados a su sindicato.

En septiembre de 2009, Nina asumió como diputada de la LIX Legislatura y sorprendió su designación como presidenta de la Comisión de Transparencia. Asumió con tal compromiso su desempeñó en ese puesto que logró avances en esa materia, aun a contracorriente de sus 26 compañeros legisladores.

El 22 de octubre de 2009 marcó un antes y un después en el proceso legislativo. A partir de ese día, y por gestiones de Nina, 48 horas antes de las sesiones plenarias se publica la Gaceta Parlamentaria que, hasta antes de esa fecha, era un documento secreto del que sólo se imprimían 27 ejemplares para los diputados. Nadie más la conocía.

Nina logró así que la obligación legal establecida desde el 9 de junio de 2006 en la Ley Orgánica del Poder Legislativo finalmente se cumpliera como prerrequisito para la validez de los acuerdos tomados por el Pleno. Hoy, los actuales diputados han evadido en algunas ocasiones la publicación dictámenes en la Gaceta Parlamentaria.

Nina fue exigente en la promoción del cumplimiento de las obligaciones de transparencia del Congreso del Estado, al grado de que promovió y turnó al Pleno un acuerdo de la Comisión de Transparencia para iniciar un procedimiento ante la Contraloría Interna en contra del presidente de la Junta de Coordinación Política, Pedro Pablo Cepeda Sierra, por no poner a disposición para su publicación las actas de ese órgano colegiado.

Cepeda Sierra evitó que el tema se tratara en el Pleno al proporcionar, luego de la publicación en la Gaceta Parlamentaria del acuerdo de la Comisión, los documentos que mantenía en la opacidad. Hoy existen omisiones en la publicación de las actas de la JUCOPO y de las comisiones y comités.

Entre las acciones de Nina a favor de la transparencia en el Poder Legislativo destaca que logró impulsar que se publicaran en un micrositio los Diarios de los Debates desde que estos se crearon. Hoy el micrositio ya desapareció y el diario de los debates más reciente que se encuentra publicado es del 5 de abril de 2024. Esta Legislatura no ha publicado uno solo.

En el caso de la publicación de los egresos, Nina estableció un mecanismo con las coordinaciones de Finanzas y de Informática para publicar, a las cuatro de la tarde, la relación de los cheques emitidos el mismo día. Cualquier persona podía conocer los gastos hechos por el Poder Legislativo apenas unas horas después de que se hicieron.

Se trata de los ejemplos más significativos de medidas que promovió Nina a favor de la transparencia legislativa que, a 13 años de que concluyó su periodo como legisladora, hoy son objeto de un retroceso que atenta contra el principio constitucional de progresividad en los derechos adquiridos.

Pretendió a tal extremo promover la transparencia, que Nina presentó una iniciativa de Ley de Sesiones Públicas que obligaría a todos los órganos colegiados del ámbito gubernamental a sesionar de manera abierta como requisito para la validez de sus acuerdos. La actual Legislatura hoy omite la transmisión en vivo de las sesiones de comisiones.

Nina fue más que una luchadora sindical por los derechos de los burócratas al grado de obtener para ellos beneficios que podrían parecer excesivos. Pero también tuvo, como diputada, un compromiso con la transparencia legislativa que hoy contrasta con la opacidad de los actuales legisladores.

Descanse en Paz.

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