Estados Unidos (07 de octubre de 2016).- El espacio siempre ha sido objeto de fascinación desde tiempos inmemoriales, civilizaciones antiguas estudiaron la bóveda celeste con sus herramientas y en la actualidad gracias a los avances tecnológicos se descubren nuevas y fascinantes cosas todos los días.
Por supuesto que no solo los científicos buscan respuestas, cualquier persona se puede sentir curiosidad sobre los planetas, las estrellas, el Sistema Solar e incluso los niños pequeños lo hacen, como Josh de cuatro años que sorprendió a la NASA con sus cuestionamientos.
Gavin Conway, el padre de Josh, tiene un trato con su hijo: antes de dormir, puede hacerle tres preguntas de lo que sea y él intentará responderlas al momento o investigar acerca del tema.
La mayoría de las preguntas de Josh están relacionadas con el espacio, ya que sueña con ser astronauta.
Así que una noche decidió preguntarle a su padre, ‘¿Por qué Saturno era el único planeta con anillos?’, Gavin al no tener la respuesta decidió enviar un correo electrónico a la NASA, al Laboratorio de Jets de Propulsión en Pasadena, California.
En cuestión de 10 minutos, el padre recibió la respuesta de Prenston P Dyches, especialista de comunicaciones de la NASA.
Es una gran pregunta. Le puedes decir a tu hijo que son este tipo de preguntas las que un científico haría.
“En realidad, Saturno no es el único planeta con anillos. Los cuatro gigantes gaseosos tienen, aunque los de Saturno son más grandes y brillantes que los otros.
A decir verdad, no sabemos cómo los anillos de Saturno se formaron o qué tan viejos son. Ese tipo de cuestiones son las que los científicos están tratando de determinar, y que nos ayudarán a entender por qué algunos planetas lo tienen y otros no.
Una idea es que, en el pasado, una de las lunas originales de Saturno se acercó demasiado al planeta y se desintegró por la fuerza de gravedad. Pero no estamos seguros de cuando sucedió”.
¡Dile que hay muchos misterios en el espacio que estarán esperando para cuando el crezca!”
Definitivamente a este pequeño le espera un futuro brillante si sigue planteando preguntas que ni siquiera la NASA ha podido responder con exactitud.
Fuente: Excélsior.
