Niños de educación básica en México no saben leer ni restar

 

Ciudad de México (24 de junio de 2016).- La Reforma Educativa no ha dado los resultados esperados y se necesita un pacto nacional en la materia, reveló un proyecto ciudadano para medir el aprendizaje en cuatro estados de la República y que ha puesto nuevamente el dedo sobre la llaga: el aprendizaje de los niños de primaria y secundaria en materias básicas como lectura y matemáticas está por los suelos.

Entre 2014 y 2016, el Proyecto de Medición Independiente de Aprendizaje (MIA) implementado por la Universidad Veracruzana y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS Golfo) fue aplicado a ocho mil pequeños en Veracruz, Puebla, Yucatán y Quintana Roo.

Los resultados obtenidos mostraron que respecto al nivel de comprensión de un texto, cuatro de cada 10 alumnos de quinto de primaria no comprendió lo que está leyendo y dos de cada 10 no pudo leer la historia.

De los estados evaluados, los estudiantes de Quintana Roo son quienes presentan las peores mediciones, con un 43.6% de alumnos de 5to año que mostraron deficiencias para comprender un texto simple, seguidos de Puebla, Yucatán y Veracruz, con 41.9%, 40.8%, y 31.9%, respectivamente.

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“…el problema más persistente tiene que ver con las dificultades de comprensión. Menos de la mitad de los niños de cuatro de primaria lograron responder adecuadamente la pregunta de comprensión inferencial. Y en secundaria uno de cada cinco adolescentes (19.9%) tampoco pudo responderla”, detalla el estudio.

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En lo referente a los resultados de matemáticas, la Medición Independiente de Aprendizaje reportó números alarmantes, pues los alumnos tienen problemas para realizar las operaciones más básicas como sumas y restas.

“…aunque la mayoría de los niños de cuatro de primaria puede resolver sumas, el 38.9% (cuatro de cada 10 alumnos) no puede resolver el nivel de resta. En secundaria, en promedio el 18.8% no puede resolver restas y casi uno de tres adolescentes de secundaria (32.6%) no puede resolver divisiones”, explica el documento.

En porcentaje general, sólo cuatro de cada 10 alumnos puede completar una división en quinto de primaria y sólo siete de cada 10 puede hacer una resta.

Peor aún, en la solución de problemas, la encuesta reportó un “déficit severo” en el rubro.

Tabla_3

“Solo el 12.9% de los niños/as de quinto de primaria lo lograron resolver. Y en promedio solo el 36.6% de adolescentes de secundaria pudo dar una respuesta correcta. Incluso el 44.5% de estudiantes de educación media superior no pudo responder adecuadamente”, concluyó.

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De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) “las herramientas básicas de aprendizajes, como son la lectura y el cálculo entre otras, son necesarias para que los seres humanos pueden sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad”.

 De ahí la necesidad de desarrollar instrumentos simples pero robustos para saber, de una manera comprensible, si los niños/as y jóvenes poseen estas herramientas básicas, cuyos resultados fueron comprensibles por los padres de familia, los voluntarios y la sociedad en general.

En el proyecto participaron dos mil 36 voluntarios de alrededor de 50 organizaciones civiles y universidades, quienes entrevistaron a ocho mil niños y jóvenes de secundaria en 12 mil  hogares de 234 municipios en los estados de Veracruz, Puebla, Yucatán y Quintana Roo.

“Los resultados presentados hacen necesario un pacto nacional por la educación más allá de la reforma y de la dimensión de la reforma educativa que está muy enfocado al tema administrativo y laboral y tenemos volver a poner en el centro de la discusión y el debate, y eses es el aporte que nosotros vamos a hacer desde nuestra trinchera del conocimiento y la educación y la investigación social, hacia el tema importante que es el aprendizaje”, finalizó Felipe Hevia, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y uno de los coordinadores del proyecto.

Fuente: La Silla Rota.
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