Fernanda Durán
El presidente Andrés Manuel López Obrador se negó a hacer un llamado a que el ex mandatario federal, Enrique Peña Nieto, regrese a México ante las investigaciones por presuntos delitos de carácter electoral, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y transferencias internacionales ilegales, que encabeza la Fiscalía General de la República (FGR).
Tras ser cuestionado durante la conferencia mañanera, López Obrador comentó que es la FGR la encargada de llevar a cabo las investigaciones y que su Gobierno no se interpondrá en contra ni a favor, ya que “su fuerte no es la venganza”, por lo que “los procesos que existen tienen que tener su curso”.
Recordó que se comprometió a presentar denuncias en contra de los expresidentes si la gente lo pedía a través de la consulta pública que se realizó el año pasado, acusaciones que irían desde el expresidente Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto. Sin embargo, dicho proceso no resultó valido.
“En mi opinión era que miráramos hacia adelante y se procurara no repetir actos ilegales y de corrupción, que la justicia también es prevenir y no hacer lo mismo, no caer en lo espectacular”.
Añadió que en caso de que alguno actuó de manera ilegal, se les enjuiciaría con todo el peso de la ley solo si el pueblo lo pide.
Reiteró que su intención no es la venganza ni se trata de algo en contra de Peña Nieto ni el expresidente Felipe Calderón, pues de ser así ya habría presentado una nueva denuncia en contra de alguno de los exmandatarios, además de las que realizó en el pasado cuando pertenecía a oposición y que probablemente ya están archivadas.
El pasado 2 de agosto, a través de un comunicado, la FGR informó que mantiene abiertas tres carpetas de investigación en contra de Enrique Peña Nieto por la presunta comisión de delitos de carácter electoral, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y transferencias internacionales ilegales.