No lastimen a la mujer… o lo van a lamentar

 

Por Antonio González Vázquez

Fotografías: Eduardo Delgado

 

De morado se vistieron las mujeres que en todo el país, demandaron el cese a la violencia en su contra. Ellas no quieren sentirse valientes sino que simplemente desean ir y andar en libertad por las calles. Del barrio de Tlaxcala salieron a protestar porque dicen que en San Luis Potosí no hay justicia para las mujeres, lo cual, es una verdad incontestable. Declaramos que hay complicidad de funcionarios para ignorar las quejas y denuncias de las mujeres, es una de tantas leyendas en mantas y cartulinas mediante las cuales las mujeres hablaron. Repudiamos el feminicidio se leía y ellas, con su rostro sereno y adusto, exigían a voz en cuello y hasta con su mirada que las autoridades entiendan bien el mensaje: ni una muerte más. No más impunidad, no más violaciones sexuales, no más acoso sexual, no más violencia institucional. Por eso, porque como diría el clásico, en el gobierno no entienden que no entienden, se extendió el reclamo de no es no. Nos queremos vivas debe ser una certeza no una aspiración. Es la marcha contra las violencias machistas, pero también las violencias de los criminales, proxenetas y tratantes de blancas, los chulos y padrotes, igual que los esposos, abuelos, tíos, padrinos, primos o hermanos. El mujerío en las calles exigiendo justicia porque ya han dicho que de eso no se van a cansar. Escenas similares y reclamos iguales y exigencias parecidas se escucharon en 43 ciudades del país, pero resonaron de manera más clara y fuerte en Ecatepec, la ciudad con más feminicidios en México y cuna de Enrique Peña Nieto. En todos lados, niñas, adolescentes, jóvenes, madres, abuelas, solteras, casadas o divorciadas porque en San Luis a todas se les mide por igual, con la violencia del ignorante. Todas las mujeres, todos los derechos en un país donde diariamente asesinan a siete mujeres de todas las edades y condiciones sociales. Todas las mujeres y todos los derechos en un San Luis con 124 feminicidios en cinco años.

 

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