María Ruiz
Por tercera semana consecutiva, el alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, ha evitado presentar los detalles del esperado proyecto de ciclovías con el que se pretende conectar áreas clave de la ciudad como la Zona Industrial, las zonas universitarias y el Centro Histórico.
Sin información concreta sobre el trazado, inversión o tiempos de implementación, la ciudadanía ha expresado incertidumbre sobre los beneficios y alcance de esta iniciativa.
El colectivo Pedaleando San Luis y el activista Víctor Hernández, conocido por su defensa de la movilidad accesible y sustentable, señalaron la necesidad de conocer el proyecto, ya que el municipio necesita soluciones de movilidad inclusivas y seguras, especialmente en puntos críticos de la ciudad.
En una serie de publicaciones, Hernández ha identificado al menos tres áreas donde urgen mejoras en infraestructura: avenida Rutilo Torres, avenida José de Gálvez y la Alameda Juan Sarabia, zonas en las que asegura que la accesibilidad y la seguridad vial siguen siendo graves problemas.
“La avenida Rutilo Torres, rehabilitada el año pasado como un proyecto ‘integral’ por el Gobierno Municipal, sigue sin contar con rampas de acceso universal, cruces peatonales seguros y facilidades para la circulación de vehículos no motorizados”, declaró Hernández.
En un recorrido reciente, observó cómo una persona en silla de ruedas era obligada a circular por el arroyo vehicular ante la falta de rampas accesibles.
“Nos venden rehabilitaciones ‘integrales’, pero ni una sola esquina tiene infraestructura adecuada. Exijamos una movilidad segura y accesible”, enfatizó.
El activista también subrayó la situación en la avenida José de Gálvez frente a la escuela Heroínas Mexicanas, donde los peatones dependen de la cortesía de los automovilistas para cruzar.
Según Hernández, la ausencia de reductores de velocidad y señalización adecuada expone a los peatones, especialmente a estudiantes, a riesgos considerables.
“La seguridad vial no se puede dejar a la suerte. Se necesitan reductores, señalética y una estrategia para pacificar el tránsito, no solo boyas superficiales”, puntualizó.
En la Alameda, un sitio con alta afluencia peatonal, Hernández observó cómo un policía regulaba manualmente el cruce, una medida que considera ineficaz.
“Ayer vi cómo el cruce se garantiza de manera temporal con la presencia de un oficial, pero esto no asegura la seguridad vial. Necesitamos semáforos peatonales con tiempos exclusivos y mejoras en los cruces, no solo puentes antipeatonales que complican la movilidad”, sostuvo.
Asimismo, miembros de otros colectivos ciclistas y de movilidad inclusiva de San Luis Potosí esperan que el proyecto de ciclovías y futuras obras urbanas consideren estos aspectos de accesibilidad, seguridad y diseño inclusivo, que hasta ahora no se han priorizado.